En tanto que la inflación para 2024 se encuentra con perspectivas de ubicarse en un 3,8%; mientras que para el año venidero podría llegar a 4%, de acuerdo con los datos brindados.
Por su parte, el dólar se ubicaría entre G. 7.750 y G. 7.850 para este periodo, quedando para 2025 en un nivel de G. 8.000 y G. 8.200, tal como lo refirió el economista César Barreto, integrante de la entidad que presentó ayer sus cifras y que ya es tradicional en torno a que cada fin de año hace una revisión de sus proyecciones.
El escenario actual fue analizado en el sentido del crecimiento de la actividad económica, con una buena cosecha de soja y exportación de carne; mientras que se evidencia una caída del contrabando por una menor brecha cambiaria con Argentina, y por el lado del crédito, con impulso hacia el comercio.
Argentina y Brasil, los dos gigantes que limitan con nuestro país y en torno a sus permanentes influencias en el entorno económico, tendrán también sus números macroeconómicos para final de este año en torno a -3,6% del PIB para el primero de los nombrados, y de 3,2% para el otro vecino.
También se contempló la inflación de 120% al final 2024 para Argentina, en tanto que Brasil llegaría al 4,4%, según el análisis de los referentes.
El rol de América Latina, en general, fue observado en el sentido de ser cada vez menos relevante en el campo económico, ya que viene creciendo menos que el resto del mundo; mientras que también en el ámbito político es poco importante, debido a que no hay guerras, no hay armas nucleares ni terrorismo.
El escenario norteamericano presenta una coyuntura, a criterio de Barreto, que refleja la realidad de desintegración mundial y con bloques que se consolidan en un marco de proteccionismo. Esto afectará a emergentes como Paraguay, porque los comodities redujeron su precio (USD 350 la tonelada para la soja), sin perspectivas a que incremente este nivel, y tasas por encima del 4%, con un dólar posicionándose con fortaleza frente a otras monedas.