CIUDAD DEL ESTE
El estruendo del agua vuelve a retumbar con fuerza en el corazón de la Triple Frontera. Las Cataratas del Yguazú ofrecen desde el fin de semana un espectáculo natural extraordinario, al registrar un caudal de 6,7 millones de litros por segundo; es decir, cuatro veces más que su promedio histórico, que ronda los 1,5 millones de litros por segundo.
El fenómeno, consecuencia de las intensas lluvias que azotaron la cuenca del río Yguazú durante el fin de semana, transformó el paisaje en una inmensa nube de vapor y agua. En estos días, desde los miradores de los lados brasileño y argentino, miles de visitantes contemplan una de las postales más bellas, con un caudal que desborda la garganta principal y cubría amplias áreas rocosas que, en condiciones normales, permanecen visibles.
Según los reportes de la Compañía Paranaense de Energía (Copel), del Brasil, el volumen del río comenzó a elevarse el sábado 11 de octubre, alcanzando su punto máximo el lunes por la tarde. Las lluvias intensas que se registraron en el sur de Brasil y el norte de Misiones alimentaron el sistema fluvial, provocando una crecida inusual pero dentro de los parámetros controlados.
Los especialistas advierten que el caudal podría continuar aumentando en los próximos días, ya que los pronósticos meteorológicos anuncian más precipitaciones para el viernes y sábado. Desde el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), que administra el lado brasileño de las cataratas, estamos ante uno de los volúmenes más altos del año, dando paso a un espectáculo impresionante y completamente seguro para los visitantes, siempre que se sigan las indicaciones de los guías y del personal del parque.
SEGURIDAD. Del lado argentino, la administración del Parque Nacional Yguazú, ubicado en la provincia de Misiones, dispuso el cierre preventivo del circuito Garganta del Diablo, uno de los principales atractivos turísticos del país. La medida busca garantizar la seguridad de los visitantes ante el incremento del nivel del agua y el riesgo de que las pasarelas sean afectadas por la fuerza del río.
El cierre temporal fue bien recibido por los turistas, que comprendieron la necesidad de priorizar la seguridad frente a un fenómeno natural de tal magnitud. Mientras tanto, los demás circuitos –Superior, Inferior y Sendero Verde– permanecen habilitados, bajo supervisión constante del personal técnico y de guardaparques.
El sistema de alerta hidrometeorológica del norte misionero mantiene un monitoreo permanente del caudal, dado que las lluvias en la cuenca alta, tanto del lado brasileño como del paraguayo, continúan siendo intensas.
NORMAL. En tanto desde el Parque Nacional de Yguazú, del lado brasileño, la empresa Urbia Cataratas, concesionaria responsable de la gestión turística, informó que el parque permanece abierto con normalidad. Se habilitaron el acceso a la ciclovía, senderos, caminos y miradores, y se reforzaron los puntos de control y orientación para garantizar una experiencia segura a los miles de turistas que llegan a diario. “El parque ofrece hoy una de las vistas más espectaculares de los últimos tiempos. Es un privilegio poder presenciar la fuerza de la naturaleza en su máxima expresión”, señaló la dirección del parque en un comunicado.
ANZUELO TURÍSTICO. La espectacular crecida atrae a fotógrafos y turistas de distintos países. Los comerciantes y operadores turísticos celebran la gran afluencia de visitantes, destacando que el fenómeno contribuye al movimiento económico regional, sin comprometer la seguridad ni la sostenibilidad del entorno.
Tanto en el lado argentino como en el brasileño, se recomienda respetar las indicaciones del personal de seguridad, evitar acercarse a zonas restringidas y mantenerse informado a través de los canales oficiales de los parques nacionales. Más allá de los números, la postal que deja esta crecida quedará grabada en la memoria de quienes pudieron presenciarla: una sinfonía de agua, luz y naturaleza desbordante, en uno de los escenarios más majestuosos del planeta.
Este gran atractivo natural es Patrimonio Natural de la Humanidad desde 1986 y una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo desde el 2011. Su biodiversidad, la magnitud de sus saltos de agua y su compromiso con la conservación lo convierten en un símbolo del turismo sostenible a nivel global.