CIUDAD DEL ESTE
En plena recta final hacia las elecciones municipales del próximo 9 de noviembre, un video que circula en redes sociales encendió la polémica en Ciudad del Este.
En las imágenes, se observa a una mujer ofreciendo una tableta de pastillas a cambio de un voto para el candidato Roberto González Vaesken, hecho que desató una ola de burlas, críticas y especulaciones entre los internautas.
No se ha podido determinar el origen ni la autenticidad del video, aunque su rápida difusión volvió a poner en debate las prácticas clientelares que suelen marcar los procesos electorales en el país.
El episodio ocurre en medio de una intensa campaña para elegir al nuevo intendente, quien completará el periodo dejado por Miguel Prieto, destituido tras un proceso de intervención impulsado por la Contraloría General de la República (CGR).
Lejos de los debates públicos y los encuentros cara a cara, el escenario electoral se libra principalmente en el terreno digital.
Días atrás, otro material viral, esta vez un supuesto audio atribuido a Sebastián Martínez, presidente de la Junta Municipal y miembro del movimiento Yo Creo, circuló en las redes sociales.
En el audio se escucha una frase contra la ANR, aunque las diferencias en tono y conjugación verbal descartan que sea la voz del economista.
A la contienda también se suman Celso Kelembu Miranda, por un movimiento independiente, y Jorge Romero, por el Partido Ecologista.
Fiel a su estilo pintoresco, Kelembu recurre a la cercanía con la gente y la comida como herramienta de campaña.
Días pasados, instaló puestos en el microcentro, la rotonda del Área 1 y el barrio Don Bosco, donde compartió almuerzos con los vecinos.
En tanto, Mujica opta por reuniones barriales y actos con sectores políticos. El pasado fin de semana, aprovechando los festejos por el 18 de octubre, recibió el respaldo de dirigentes liberales en diferentes celebraciones locales.
Por su parte, González Vaesken continúa con su agenda de reuniones y visitas. Ayer contó con el apoyo de la senadora Lilian Samaniego y del ex vicepresidente Juan Afara, referentes del sector disidente del Partido Colorado.