Los analistas le mostraron a Guedes que la progresión del contagio del Covid-19 en Brasil era más veloz que en otros países, inclusive China. “Fue alarmante”, le dijo el titular de la cartera económica a Folha, y agregó: “Es preciso estar preocupado con el refuerzo de nuestras defensas durante y después de la crisis”.
FRONTERA CON PARAGUAY. La extensa frontera que Brasil y Paraguay comparten, además de los miles de estudiantes (entre 10.000 y 15.000) brasileños que acuden a universidades paraguayas, constituyen una preocupación que los gobiernos de ambos países deben afrontar con la mayor seriedad para evitar una propagación masiva del coronavirus.
Según cifras del mapa de seguimiento del Covid-19 de la Universidad Johns Hopkins, Brasil registraba hasta ayer 234 casos y un fallecido.
BOLSONARO. A diferencia de Guedes, quien no parece inmutarse con el coronavirus es el presidente Bolsonaro, quien defendió ayer su participación en un acto público al que asistió violando las recomendaciones promovidas por su Gobierno.
“Si el pueblo va a la puerta del Palacio (presidencial) yo tengo que estar junto al pueblo, tengo que demostrar que estoy con ellos”, dijo en una entrevista.
Bolsonaro explicó así su asistencia a un acto organizado por sus seguidores este domingo, que fue parte de unas manifestaciones que se celebraron en casi todo el país en respaldo a su Gobierno.
Las protestas también fueron convocadas para presionar tanto al Congreso como al Poder Judicial, que en los últimos meses frenaron diversas iniciativas polémicas impulsadas por el Gobierno, como la liberación de la venta de armas a la sociedad civil.
Bolsonaro, que la semana pasada estuvo bajo sospechas de haber contraído el coronavirus en una viaje a Miami, resultó negativo en los exámenes a que fue sometido y este domingo se abrazó a cientos de personas a las puertas del palacio presidencial.
Esa actitud fue condenada por decenas de líderes políticos del país y contrarió hasta las medidas de prevención promovidas por el propio Gobierno a través del Ministerio de Salud, que se sumó a las críticas por la convocatoria de manifestaciones.
“Me estoy sintiendo muy bien”, aseguró Bolsonaro, quien confirmó además que mañana se someterá a un nuevo examen para descartar toda sospecha de coronavirus. El gobernante aseguró que Brasil está “preparado” para la amenaza que representa el Covid-19.
Se suspenden visitas sociales a las cárceles
El Gobierno brasileño anunció ayer que restringirá las visitas a las cárceles, para prevenir la llegada del coronavirus a una población penal calculada en unas 800.000 personas, en su mayoría hacinadas. Según el Ministerio de Justicia, durante los próximos quince días estarán suspendidas “las visitas sociales”, en tanto que las de los abogados serán restringidas durante una semana, salvo en casos que requieran “urgencia”. En un comunicado oficial, ese despacho informó también que el Departamento Penitenciario Nacional ha ordenado que se realice un inventario de material sanitario en todos los presidios, a fin de establecer las necesidades de alcohol, máscaras y toallas de papel, entre otros insumos que ayudan a prevenir el Covid-19.