01 dic. 2024

Cortar el derroche en el IPS y priorizar atención al asegurado

En el Instituto de Previsión Social (IPS) se deben cortar el derroche y los privilegios en salarios y viáticos, mientras los asegurados sufren un vía crucis para acceder a los servicios. La falta de medicamentos e insumos en general es frecuente, y para contar con un turno hay que esperar una eternidad. Solo el Consejo del IPS gasta más de G. 6 mil millones al año en cargos de confianza. A disposición tiene 85 funcionarios, entre ellos 35 bachilleres. Y para colmo, los bachilleres ganan el doble que los médicos. Es un despropósito.

En instituciones donde se debe priorizar el servicio de forma eficiente al ciudadano y, más aún, en el Instituto de Previsión Social (IPS) no hay que dar espacio a malas prácticas, como el derroche de los fondos, a sabiendas de que los asegurados carecen de un buen servicio. Una entidad como el IPS requiere de directivos comprometidos con la gente, que hagan las gestiones para brindar lo que el asegurado necesita, harto de tanta ineficiencia que se arrastra de añares y que hasta ahora no tiene una solución.
La atención a la salud no debe tener ningún resquicio, más aún cuando el asegurado aporta el dinero que le corresponde por ley, pero por los malos manejos no se refleja en el servicio. Este lo único que quiere es que se le preste lo que le atañe en tiempo y forma, nada más.

Hay que recordar que los recursos y financiamientos de la previsional son proveídos por los trabajadores, por los empleadores y también existe un aporte del Estado. Motivo más que suficiente para que las autoridades del IPS sepan cuidar y administrar con recelo los recursos.

Es un despropósito ver que el uso de los fondos proveídos por el obrero no se compadece con la atención que reciben.

Esta semana, nuestro diario viene publicando una serie de artículos sobre el derroche que el Consejo del IPS realiza con el dinero de los aportantes. Se expone que gasta más de G. 6 mil millones en cargos de confianza al año y que a disposición de los cinco consejeros que tiene la previsional se encuentran 85 funcionarios, entre ellos 35 bachilleres.

A esta erogación se agregan los altos salarios de los consejeros, quienes cobran bonificación, dieta y gasto de representación, sumando así unos G. 1.920 millones más, anualmente.

De unos 25.575 funcionarios, existen 6.028 bachilleres en distintos cargos de la previsional. La mayoría se encuentran en puestos administrativos y hasta en direcciones como asistentes técnicos del Consejo.

En este contexto, en febrero, los directivos de la previsional participaron del acto de entrega de equipos al Hospital de Ciudad del Este. Para este acto, los cinco consejeros llevaron una comitiva de funcionarios; entre ellos, los bachilleres de confianza. Por este viaje, la comitiva cobró viáticos que van desde G. 309.000 hasta G. 1.630.000. El paseo le costó al IPS G. 26.855.223. En otro material de ÚH se refleja que bachilleres dependientes del Consejo del IPS ganan el doble en concepto de salarios que los médicos. El mal gasto con el dinero de los trabajadores es elocuente. La carencia de insumos y medicamentos en la previsional es el motivo por el cual familiares de los pacientes deben comprarlos. Esto es el fiel reflejo de un mal manejo y la incoherencia en la administración de estos recursos. Además que sueldos de bachilleres (unos G. 8.000.000) dupliquen al salario de un médico (unos 4.500.000) que esperan la categorización de permanente en la previsional son señales claras del desbalance que existe, ya que no se puede comparar la preparación académica y el servicio que prestan los profesionales de la medicina respecto a aquellos, ya que deben cuidar la salud y salvar vidas.

Es decir, ubicar a los bachilleres bajo la figura de cargos de confianza en las instituciones no es solo crédito del Congreso Nacional, sino que también está visto que en el IPS es una práctica común. La preparación y la idoneidad no se anteponen a la hora de contratar, sino más bien el padrinazgo político, el amiguismo, la parentela o el contacto. Esta es una práctica que se debe desterrar.

Es muy grave dilapidar el dinero del trabajador, mientras la atención a los asegurados en el IPS es cada vez más deficiente. No se debe jugar con la salud.

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