12 sept. 2024

Corrupción

Al Instituto de Previsión Social (IPS) le faltan medicamentos, pero le sobran historias de roscas mafiosas que echaron raíces y que no se pueden cortar desde hace años, pese a los cambios de gobierno.

La rosca mafiosa que opera en la previsional mantiene jugosos negociados millonarios en venta de cargos, recategorizaciones, pedidos de coimas para acceder a cirugías, entre otros, y ponen en vilo a los funcionarios denunciantes y hasta borran evidencias sin ser detectados, según lo último acontecido en la Gerencia de Salud, cuya denuncia lo hizo el doctor Carlos Morínigo.

El caos y la mafia reinan en el IPS e infunden miedo, según las crónicas noticiosas de la semana. Y, por supuesto, se llenan los bolsillos cobrando sumas de G. 15 millones por la venta de puestos. Y no olvidemos también a los que pagan para ingresar al IPS, también obran de mala fe.

Estas denuncias de corrupción no son nuevas. Las redes que negocian vendiendo puestos laborales o pidiendo coimas para agilizar las fechas de cirugías, son hechos noticiosos que se recopilan desde hace años. Pero pareciera que cada vez que se hurga más, se encuentran más raíces putrefactas. La corrupción ya está enquistada en una institución cuya misión es tan noble, pero que es bastardeada hasta el hartazgo.

Uno de los anteriores casos que se pueden rememorar es la red que falsificaba certificados de discapacidad y vendían puestos laborales en el IPS, que se denunció a principios del 2023, pero que no tuvo su impacto para acabar con esta práctica corrupta. En el marco del nuevo operativo, se encontró un caso más de “falso” discapacitado.

Incluso, las entregas vigiladas ya se registran de años anteriores por el esquema de venta de puestos laborales, y caen los cómplices, pero no los que son los verdaderos responsables de la corrupción.

A las redes de ventas de certificados falsos de discapacidad del año pasado, se reveló otro modus operandi: el pedido de coima para las cirugías en el Servicio de Otorrinolaringología en el Hospital Central del IPS. Esta área operaba como si fuese una prestadora de servicios médicos del sector privado y con énfasis en tratamientos estéticos, es decir, hasta hacían cirugías plásticas de la nariz. Mientras, otros pacientes no accedían a las intervenciones quirúrgicas.

También, otro caso que se dio a conocer en el 2022 fue de otra red mafiosa que operaba en la Dirección de Aporte Obrero Patronal (AOP). Esta red borraba las deudas de las patronales morosas, suceso que acontece año tras año, sin que realmente se erradique esta práctica nefasta.

A estos casos, se suma el nefasto inventario de denuncias sobre las supuestas malversaciones de los recursos de la previsional, que salpican no solo a ex presidentes del IPS, sino hasta a ex consejeros y ex directivos.

La forma de operar de las redes mafiosas no solo muestra una de las tantas facetas corruptas del seguro social, sino que también revela cómo los funcionarios lucran desde la institución. Es necesario seguir denunciando este tipo de hechos y es imperante que las autoridades contrarresten a la mafia enquistada en el IPS.

Es fundamental sanear la previsional de los perfiles de “operadores políticos colorados” y devolverle a su misión principal: ser un seguro social solidario para los trabajadores aportantes.

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A continuación, una columna de opinión del hoy director de Última Hora, Arnaldo Alegre, publicada el lunes 2 de agosto de 2004, el día siguiente al incendio del Ycuá Bolaños en el que fallecieron 400 personas en el barrio Trinidad de Asunción.