Édgar Cabral, consuegro del pastor y ex precandidato a la Gobernación de Canindeyú José Insfrán, dijo que los tomó por sorpresa la implicancia del líder religioso en un esquema criminal que se sustenta en el tráfico de cocaína.
El hombre es buscado en el marco del operativo A Ultranza por sus fuertes vínculos con el crimen organizado. Al respecto, Cabral señaló que también es pastor, pero no de la misma iglesia que Insfrán y “juró por Dios” no estar vinculado con ningún esquema de lavado de dinero.
“Estamos muy sorprendidos y más aún cuando pasan los días por todo lo que se está diciendo. Nunca nos imaginamos que podía estar en todas esas cosas (estructura narco)”, sostuvo en contacto con Monumental 1080 AM.
Cabral comentó que es pastor desde el 2017 y que fue docente junto a su esposa.
También indicó que en el 2015 comenzó con la venta de celulares y luego decidieron dedicarse a la venta de vehículos. Confesó que a su esposa le regaló una camioneta de alta gama, pero luego de vender otro automóvil.
Lea más: Pastor prófugo se pondrá a disposición de la Justicia, asegura abogado
“Soy dueño de una Maserati, la cuota fue de 36 meses. Millonario no soy, todo está controlado por la Seprelad”, prosiguió y detalló que “cuando comenzaron a prosperar no fue de un día para otro”, pero que actualmente con la venta de autos vía Iquique ganan más de G. 100 millones.
“Como dice la palabra del Señor, ‘todo aquel que sigue a Dios será perseguido’”, acotó y dijo que su yerno está muy dolido con todo esto.
Hace unos días se realizaron varios allanamientos para dar con el paradero de Insfrán, creador de la iglesia Centro de Avivamiento de Curuguaty. Sin embargo, el pastor no fue encontrado en su domicilio y la doméstica indicó que hace un día que no estaba más en su casa.
El pastor político maneja una gran cantidad de empresas que le sirven para el lavado de dinero, estaba llevando una vida muy lujosa, e incluso en una de sus casas contaba con una pileta olímpica.