Se trata de Raúl Vicente Leiva Piatti y Walter Darío Ayala, miembros del Primer Comando Capital (PCC). Fueron condenados a diez años de cárcel por los hechos punibles de coacción grave, privación de libertad, toma de rehén y tentativa en homicidio doloso.
El fiscal que logró esta condena en el juicio oral y público es Francisco Javier Martínez, de la Unidad Fiscal 10 de Encarnación.
Cabe recordar que, en la tarde del 5 de setiembre de 2019, a las 15:30 aproximadamente, los internos del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Itapúa se apersonaron a la oficina del director penitenciario, acompañados del superior de guardia y del jefe de seguridad, con la excusa de realizar un pedido para una actividad recreativa.
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Luego, ingresaron a la Jefatura de Guardia, donde a punta de arma de fuego redujeron al subjefe de seguridad, quien fue despojado de su arma. En tanto, el jefe de seguridad fue tomado de rehén y llevado por los internos, los cuales tenían la intención de fugarse.
Una vez fuera de la penitenciaría, los reclusos dispararon contra el jefe de seguridad, obligándole a que lo trasladen a bordo de su vehículo, que a unos kilómetros del reclusorio, tuvo problemas mecánicos y no pudieron continuar con la huida.
Debido a esa situación, los reclusos y su rehén se internaron en una área boscosa del barrio San Jorge, de Cambyretá, Departamento de Itapúa.
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Tras minutos de extrema tensión y zozobra, iniciaron la negociación con las autoridades policiales y, horas más tarde, liberaron al funcionario penitenciario y se entregaron a la Policía Nacional.
Todo indica que el objetivo de los citados internos era llegar hasta la costa del río Paraná y huir hacia el territorio argentino.