Katty Guillén,
Socia del Club de Ejecutivos.
Este es el tercer año consecutivo en el que nuestro país lidera el ranking de clima de negocios en la región. Con su posición, el país ha demostrado una capacidad notable para atraer inversiones y fomentar un entorno propicio para los negocios, que puede mejorar todavía más si alcanzamos el grado de inversión. Para aprovechar todas estas oportunidades, es vital que todos los sectores aúnen esfuerzo para fortalecer dicho clima. Y, a la vez, dejar de lado la alta polarización y la politización que están constriñendo al corazón americano en los últimos años.
Según el Índice de Clima de Negocios para Latinoamérica, investigación desarrollada por la Fundación Getulio Vargas, los indicadores regionales se incrementaron en 3,7% en el primer trimestre de 2024. Paraguay lidera el ranking, con un índice de 154,6 puntos, sobresaliendo en indicadores de estabilidad y por el crecimiento sostenido de su economía, muy por encima de los 105,7 puntos del promedio de la región, que está atravesando su mejor momento en el índice desde el 2013. Siguen a nuestro país Uruguay, Brasil y México.
Los recientes cambios económicos en Argentina, marcados por devaluaciones monetarias y fluctuaciones en los precios internos, han tenido un impacto directo en el panorama económico de Paraguay. La subida de precios en Argentina ha llevado a un aumento del consumo interno en Paraguay, volviendo al mercado local más atractivo en comparación con los precios más altos en su vecino del sur. Ya no es rentable ir a hacer las compras al otro lado de la frontera. Y, estimo, tampoco ya lo es el contrabando de muchos productos. Este fenómeno no solo ha impulsado la actividad económica interna, sino que también ha fortalecido la posición competitiva de Paraguay en el mercado regional.
Para continuar en el camino del crecimiento sostenible, es crucial dejar de lado la polarización social y política que a menudo obstaculiza el progreso y mancha nuestra reputación en el exterior. Debemos unirnos en un esfuerzo conjunto para aprovechar plenamente las oportunidades que se presentan.
Paraguay cuenta con una base sólida para el crecimiento futuro. Su economía diversificada, que va desde la producción de alimentos, la producción de soja de alta calidad hasta el gran impacto de grandes obras de infraestructura, sumada a una amplísima producción de energía verde y sostenible, proporciona una plataforma estable para la expansión. Además, su ubicación estratégica nos convierte en un centro logístico crucial para el comercio regional.
Pero para aprovechar todas las condiciones que hoy nos resultan favorables, necesitamos centrarnos en políticas pragmáticas que impulsen la inversión, la innovación y la creación de empleo.
Sin embargo, para aprovechar todas las condiciones que hoy nos resultan favorables, tanto el sector público como el privado deben aportar desde sus áreas respectivas. Necesitamos centrarnos en políticas pragmáticas que impulsen la inversión, la innovación y la creación de empleo. El sector político debe entender lo que pide la sociedad y sus necesidades, al igual que las condiciones que se exigen hoy para poder vender nuestros productos al mundo o para ser más atractivos para la inversión internacional.
El futuro de Paraguay, el nuestro, el de nuestros hijos y nietos, puede ser brillante, con posibilidades que nosotros solo podemos soñar, siempre que todos los sectores trabajemos juntos para aprovechar lo que venimos construyendo durante décadas.