Algunos vecinos de la zona del barrio Tablada Nueva de Asunción amanecieron ayer sin el suministro de agua potable de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay SA (Essap), luego de ser víctimas del robo de sus respectivos medidores de agua por parte de “chespis”, nombre que se les da a los usuarios de la droga crac.
Mientras que en la zona de la avenida Artigas casi Venezuela, adictos también intentaron despojar una de las válvulas de un caño de distribución, pero al no poder sacar el paso de la cañería, la estructura quedó averiada ocasionando una gran pérdida de agua potable en el cauce de un arroyo, y provocando que varias familias del citado barrio asunceno y sus alrededores queden sin el suministro del líquido vital.
Estos hechos se suman a otros robos ocurridos en el barrio Tablada Nueva así como en la zona de Zeballos Cué, inmediaciones del Jardín Botánico, donde se encuentra la planta de tratamiento de Viñas Cué.
Las denuncias refieren que a diario se cometen robos de medidores, tapa de medidores, válvulas y otros objetos de la Essap, que luego serían vendidos en chatarrerías como metal, sea hierro o bronce. Sin embargo, dichos despojos generan millonarias pérdidas a la empresa encargada en el suministro de agua potable.
mediante llamadas. El ingeniero Fernando García, gerente de redes de Essap, manifestó que se enteraron del intento de robo de la válvula y perjuicio en la cañería de distribución, mediante las llamadas realizadas a la entidad por vecinos y transeúntes que pasaban por el lugar.
“Nosotros presumimos que ocurrió en la madrugada de hoy. Los transeúntes nos avisaron a través de una llamada telefónica. Se presume que fueron ‘chespis’ los que sacaron la válvula”, manifestó el gerente de Redes.
También señaló que “en vez de colocar la válvula de bronce ahora colocamos una de hierro dúctil, que es menos susceptible al robo porque no tiene tanto valor residual”.
Además, explicó que “la cantidad de agua fue bastante la que se tiró y la válvula que quisieron robar fue encontraba posteriormente cuando disminuyó el agua”.
Precisó que el objeto tiene un valor no superior a los G. 3 millones, pero que los reducidores no obtendrían sumas importantes con el botín y considera que lo intentaron robar por sus componentes de bronce.
La válvula de la cañería fue reemplazada así como se restauraron los medidores que fueron hurtados para restablecer el suministro en la zona.