Ante los jueces Celia Salinas, Víctor Hugo Alfieri y Olga Ruiz, declaró esta mañana en el juicio oral, la licenciada y paramédica del SEME, Eva Jara, quien fue la que acudió al llamado de auxilio para salvar a la niña Thirza Portillo, quien murió tras la intervención odontológica.
Entre los testigos, el testimonio de la paramédica era clave, ya que fue la que acudió al llamado de emergencia que había hecho la odontóloga, conforme habían señalado los padres en su declaración en el mismo juicio.
La paramédica, en su declaración, señaló que al momento de llegar a la clínica, “la niña estaba en paro. Al momento de tocarla estaba toda fría”. Explicó el procedimiento, que le colocaron el saturómetro y no captaba nada.
Refirió que en forma urgente la trasladaron al hospital y que, en el camino, le realizaron la reanimación y le aplicaron adrenalina, pero la niña no respondía.
“Le bajamos de la ambulancia. Los médicos le seguían haciendo reanimación. Le colocaron en la cama y la niña seguía sin responder...”, comentó la profesional ante la consulta de los abogados.
Explicó que el saturómetro medía la saturación del paciente, que es el oxígeno y su frecuencia cardiaca. Remarcó que no medía nada. Alegó que generalmente cuando el paciente está frío no capta la medición.
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Cuando se le consultó si cuando en el saturómetro no medía nada era señal de que la niña ya estaba muerta, la paramédica respondió que lo único que podía decir es que el aparato no captaba nada, pero que esa consulta la podían responder los médicos.
En el juicio oral por supuesto homicidio culposo de la niña Thirza Belén Portillo, están acusados la odontóloga Sandra Obertino, los coprocesados Adrián Cayetano García Servín y Vicente Damián Cabrera.
Obertino participa vía telemática, atendiendo a que tiene un hijo de meses y aún es lactante, según había dispuesto el Tribunal de Sentencia.
El hecho ocurrió el 12 de noviembre de 2021, en la clínica odontológica Mommy Dent, situada en Loma Pytã, Asunción, donde la niña debía realizarse un tratamiento de conducto.
Tras la anestesia, la niña desarrolló ronchas en varias partes del cuerpo. Fue derivada en la ambulancia al Instituto de Medicina Tropical, donde ingresó a terapia intensiva, pero falleció.