Los funcionarios del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) comprobaron el desmonte y quema de unas 50 hectáreas de área boscosa nativa, además del cultivo de marihuana.
Las autoridades realizaron el recorrido por el Parque Nacional de Caazapá, en la zona denominada Cantina Cué, distrito de Abaí, donde se encontraron con nueve parcelas, que en su mayoría tenían cultivos de marihuana en etapa de cosecha.
Así también, hallaron alrededor de 300 bolsas con marihuana picada, que totalizaban 12.000 kilos, los cuales fueron incinerados.
Asimismo, se procedió a la destrucción de 1.500 kilos de la droga, que había sido recientemente cosechada y que se encontraban distribuida en tres carpas para su secado.
Los intervinientes también echaron abajo seis campamentos que eran utilizados por desconocidos para el cultivo de la planta, según informaron desde el Mades.