Darío Bareiro
CAACUPÉ
Similar impacto al generado por la ruta Ñu Guasu, que agilizó la conexión vial Luque –Asunción, produjo la ampliación de la ruta internacional en la zona de Caacupé. Se habilitaron desvíos y variantes para el flujo del tránsito vehicular, pero se olvidaron de la gente de a pie.
En efecto, hasta ahora, se construyeron dos viaductos peatonales, pero en una distancia de unos tres kilómetros: Una en el km 48 –en el tramo conocido antiguamente como zona del eucaliptal– y, la segunda, en el barrio Loma Guasu de Caacupé.
Entre tanto, los pobladores de varias compañías cordilleranas –situadas hacia la zona Norte de la Villa Serrana, con dirección hacia Eusebio Ayala– reclaman que quedaron encerradas. Es que todo el trabajo de remozamiento de la ruta internacional se hizo sin tener en cuenta la opinión de los lugareños, al menos en el tramo que les afecta.
A priori, señalan que no solo les genera dificultades en la conexión diaria entre vecinos, sino que –en el caso de los escolares– corta el la conexión directa con las instituciones educativas.
Esta situación obliga a la gente se ve obligada a dar muchas vueltas, caminando por cuadras e, incluso, en algunos casos varios kilómetros y a pie para ir de una comunidad con otra.
“Esta situación genera más problemas para los niños que deben ir a la escuela, al centro de salud y a otros lugares”, afirmó Hugo Zarza, poblador de la compañía Ytú.
Entre las comunidades que ahora están desconectadas entre sí, se hallan en gran parte los pobladores que se dedican a la explotación de balnearios, lugares de veraneos como son las compañías de Villa Ytú, Ytumi, Ytuguazú, Ypucú entre varios otros. Todas carecen de accesos fáciles y sin complicaciones para entablar encuentros entre los lugareños, según acotó el lugareño.
“Lastimosamente, varias de nuestras compañías están siendo encerradas; carecemos de senderos peatonales, retornos están muy distanciados para el desplazamiento de la gente. Demasiadas vueltas deben dar las personas para ir a las compañías vecinas. Muchas cuadras, en algunos casos, kilómetros para unir a pie una comunidad con otra”, insistió.
En Cordillera, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) abrió dos variantes: Una atraviesa Caacupé –de casi 10 km– y la otra, Itacurubí, de 7 km de extensión. Ambas obras concluyeron y solo faltan detalles para su inauguración oficial, junto a todo el tramo renovado en territorio cordillerano. La variante de la capital espiritual va desde km 49,6 hasta el km 59,2, totalizando 9,6 km de longitud, y su construcción inició en febrero de 2022.