El uniformado señaló que utilizarán las cámaras de seguridad del estadio para identificar a los sujetos que protagonizaron los actos violentos y, además, solicitan que se apliquen sanciones penales ejemplares a los autores.
La batalla campal se habría dado entre las dos facciones de la hinchada organizada, Comando y La Plaza, que mantienen diferencia desde hace años. Sin embargo, datos que manejan los investigadores de la Policía refieren que dicha enemistad se habría agravado por una disputa del dominio del microtráfico interno.
Para Lesme, los clubes, en este caso particular el Club Cerro Porteño, no están exentos de responsabilidad en los sucesos, por lo que pidió a la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), que aplique sanciones.
En ese sentido, propuso que las ventas de entradas se realicen hasta cuatro horas antes del evento, lo que les permite a los agentes policiales un mejor control en las inmediaciones de los estadios.
El comisario resaltó que la batalla campal se inició “por un problema entre dos facciones, ambas entran en el mismo sector. Antes del incidente se estaban empujando, pateando, y después se agravó”, explicó.
El comisario Lesme admitió que cuando se realizan los controles en las afueras del estadio, a la hora de la entrada de los aficionados, no se divide a los grupos antagónicos.
Videos publicados en las redes, que habrían sido filmados horas antes del partido de la noche del lunes, revelan cómo algunos hinchas se prepararon para ir a la cancha y algunos, incluso, llevaron armas.