La publicación señala que los objetivos incluyen combatir el terrorismo y las organizaciones criminales, como el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV), y también lidiar conjuntamente con el movimiento de inmigrantes.
Agrega que, paralelamente, los militares brasileños trabajan para mantener una alianza de entrenamiento con el ejército de Estados Unidos, iniciada en 2021, pese a las posiciones del actual gobierno brasileño contra Washington.
También indica que, según el general Richard Fernandes Nunes, jefe del Estado Mayor del Ejército, Brasil ya tiene acuerdos bilaterales de cooperación en el área de seguridad con países vecinos, pero la idea es ampliar esa integración y crear una Red de Cooperación de Ejércitos Suramericanos, que se está denominando RECESA.
En las discusiones participan Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay.
“Lo que buscamos es un espacio de concertación colectiva en el que haya una serie de oportunidades para discutir temas comunes a todos”, afirmó el general durante el II Seminario de Integración de los Ejércitos Suramericanos, realizado esta semana en Brasilia.
La iniciativa del seminario es precisamente crear esta red y trabajar todos los aspectos de cooperación que pueda existir entre los ejércitos. Una de las tareas debe ser coordinar con estos países herramientas de acción y coerción que sean más efectivas para combatir el tráfico internacional de drogas y el tráfico ilícito que promueven estas organizaciones criminales.
En el seminario se propuso un memorando de entendimiento y se espera que los comandantes lo firmen pronto.
Una de las primeras acciones concretas debería ser establecer un ejercicio militar de defensa contra ataques cibernéticos en el que participen las fuerzas armadas de los diez países.
Esta maniobra tiene menores costos porque no requiere el movimiento de grandes cantidades de tropas y promueve la integración internacional, pero la idea es realizar en el futuro acciones que involucren mayores recursos y tropas en terreno.
La lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la migración en Sudamérica también es un tema recurrente en la agenda de seguridad de Estados Unidos.
En el entendimiento de Washington, los países sudamericanos deberían capacitar sus fuerzas armadas con el objetivo principal de combatir estos crímenes.
Recompensas. Esta semana, Washington emitió una alerta ofreciendo una recompensa de 10 millones de dólares a cualquiera que proporcione información que conduzca a desbaratar los mecanismos financieros de la organización terrorista Hezbolá en la región.
El objetivo sería que las operaciones del grupo en la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
También esta semana, el comandante del Comando Sur de Estados Unidos, almirante de la Marina Alvin Holsey, estuvo en Brasil para reuniones con autoridades militares brasileñas.
Según la Embajada de Estados Unidos en Brasilia, la visita de Holsey tuvo como objetivo fortalecer la asociación militar del país con Brasil y también discutir temas como el combate al crimen transfronterizo en la región de la triple frontera entre Brasil, Perú y Bolivia. La Embajada norteamericana destacó el rol de Brasil en dicha lucha.