La Policía brasileña desplegó ayer un operativo para desarticular una organización criminal de gran porte que se dedicaba al contrabando de cigarrillos desde Paraguay y que contaba con el apoyo de varios agentes de los cuerpos de seguridad del Estado, informaron fuentes oficiales a la agencia EFE.
Uno de los capturados es Ángelo Guimarães Ballerini, o Alemão, considerado uno de los supuestos jefes de la banda. Su aprehensión se dio minutos antes de que contrajera matrimonio, en un lujoso hotel en la playa Jatiúca, donde además debían participar como invitados otros dos líderes de la organización.
Cerca de 280 policías federales salieron este sábado a las calles para cumplir 43 órdenes de prisión y un número igual de registros y allanamientos en los estados de Mato Grosso do Sul, Sao Paulo, Paraná, Río de Janeiro y Alagoas. La operación, bautizada como Nepsis, fue apoyada por el Ejército y la Fuerza Aérea Brasileña. Entre los presos figuran los líderes y los gerentes de la banda, así como una docena de agentes de la Policía Federal de Carreteras y de las Policías Militar y Civil de Mato Grosso do Sul.
De acuerdo con la PF, la organización formó “un verdadero consorcio de grandes contrabandistas” que crearon una “sofisticada red” que introducía cigarrillos originarios de Paraguay por la frontera de Mato Grosso do Sul.
“Esa red estaba estructurada en un sistema logístico de características empresariales” en el que participaban “centenas de personas” con diferentes funciones y que se valían además de policías corruptos “captados para participar de la estratagema criminal”, remarcó la Policía Federal en un comunicado.
Según las investigaciones, los sospechosos fueron los responsables de transportar, solo en 2017, al menos 1.200 camiones cargados con cigarros de contrabando con destino a la regiones sudeste, centro-oeste y nordeste de Brasil.