Los nuevos casos se presentaron en la región oriental de Santa Cruz, la más poblada de Bolivia, y uno de ellos es un ciudadano chileno de 22 años, explicó a los medios el director nacional de Epidemiología, Freddy Armijo.
Los otros tres contagiados son todos bolivianos, de edades entre 28 y 33 años, indicó.
“En total ya tenemos diez casos y los únicos que estarían relacionados son el caso cinco y el caso seis”, precisó Armijo.
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El primer caso de la enfermedad en Bolivia se confirmó el pasado 1 de agosto.
Los diez contagiados que reporta el país hasta el momento son todos varones, todos se detectaron en Santa Cruz y tres de ellos son extranjeros, un brasileño, un venezolano y un chileno, detalló.
Tres de los pacientes se consideran casos “importados”, pues son personas que se infectaron en un viaje a Brasil, y el resto son contagios “nativos”, pues se contagiaron en territorio boliviano, agregó.
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Todos los pacientes y sus respectivos entornos están bajo observación y aislamiento de acuerdo con el protocolo establecido por la Dirección Nacional de Epidemiología, según Armijo.
El funcionario explicó que la viruela del mono es una enfermedad “benigna” y no presenta mayores complicaciones, “salvo la presencia de comorbilidades en la persona que esté afectada”.
También recordó que la pasada semana se abrió un centro de aislamiento para atender a los pacientes que den positivo a la enfermedad, dependiente del municipio cruceño.
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El Gobierno boliviano declaró en mayo la alerta epidemiológica y presentó un protocolo para uniformar la atención en las nueve regiones del país ante cualquier caso sospechoso de esta enfermedad.
Los síntomas de la viruela del mono son similares a los de la erradicada viruela, pero algo más leves, como fiebre, dolor de cabeza, muscular y de espalda, escalofríos –y agotamiento– y con frecuencia hay inflamación de los ganglios y una erupción cutánea.