El defensor del Pueblo de la provincia de Formosa, Argentina, Leonardo Gialluca, solicitó una urgente intervención de la Secretaría del Ambiente del vecino país ante la bajante del río Paraguay.
En ese sentido, pidió que se impulsen las acciones y gestiones necesarias, dentro de las competencias de la Secretaría del Ambiente, con el objeto de investigar, determinar y cuantificar los impactos negativos de las numerosas arroceras ubicadas especialmente en el Departamento de Ñeembucú y otras de la República del Paraguay.
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Según su versión, aparentemente desde hace meses, y en la actualidad, las arroceras vienen sacando agua del río Paraguay mediante potentes motobombas que posteriormente son destinadas al riego y mantenimiento de estos sembradíos, además de haber abierto importantes canales de unos 20 metros de ancho que transportan millones de litros de agua del río.
Como agravante, mencionó que el agua luego es supuestamente devuelta con residuos tóxicos (fertilizantes), afectando de esta manera, a todas las poblaciones y usuarios que se ubican aguas abajo”.
El curso hídrico del río Paraguay nace en Brasil, pasa por Bolivia, cruza Paraguay y desemboca en Argentina, constituyéndose en uno de los principales cauces de agua de Sudamérica y un importante corredor de la hidrovía Paraguay – Paraná que se extiende por más de 3.400 kilómetros de largo y conecta la producción de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el Océano Atlántico.
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El ombudsman provincial del Pueblo, José Leonardo Gialluca, señaló que el río Paraguay posee en la actualidad un nivel de agua que se ubica en (-0,50), conforme hidrómetros, “lo que afecta a las tomas de agua locales en aproximadamente un 15% menos de los caudales que habitualmente pueden acceder, con lo cual, la producción de agua potable se ve gravemente disminuida.
“Esto afecta a todos los barrios de nuestra ciudad; producto de la fuerte sequía en la Amazonía y el Pantanal brasileños que ha provocado que el río Paraguay alcance los niveles de agua más bajos en más de un siglo, lo que afecta a su vez a millones de personas, como así también, al transporte en esta importe vía fluvial”, agregó.
Por dicha razón, pidieron a la Secretaría del Ambiente que averigüe y calcule rápidamente el accionar de estas empresas que vienen realizando un uso abusivo e irracional de las aguas de un río internacional, situación que se ve agravada por el aumento de las prolongadas sequías.
Para el defensor, es necesario que si se están utilizando mayores cantidades de agua a las autorizadas o provocando daño a los cauces hídricos o al ecosistema, además de alterar los niveles hídricos para intereses particulares, se adopten medidas correctivas que neutralicen todas estas irregularidades.
Arroceras niegan responsabilidad sobre la bajante del río Paraguay
La Federación Paraguaya de Arroceros emitió un comunicado en el que aseguró que la crítica bajante del río Paraguay es consecuencia del fenómeno de La Niña, que afecta especialmente a las zonas que abastecen el pantanal, en la naciente.
Sobre esa línea, niega que exista una relación directa con el uso del agua para la producción de arroz en la cuenca del cauce hídrico, a la vez de asegurar que el uso de las aguas para la producción de arroz sobre la cuenca del río Paraguay no tiene ninguna influencia sobre la situación.
Asimismo, señala que el volumen de agua utilizado para el riego representa solo el 0,7% del caudal hídrico entre Villeta y Pilar, incluso en el contexto de la mayor bajante en más de un siglo.
También asegura que promueven las buenas prácticas que garanticen la sostenibilidad de los proyectos basados en las declaraciones de impacto ambiental del Ministerio del Ambiente y Urbanismo, como así también instan a todos a sus asociados a trabajar dentro del marco jurídico.
