Oficiales militares, junto con las autoridades locales, localizaron los restos a unas “dos horas al noreste” de la base, que sirve a las fuerzas áreas y navales, según detallaron las autoridades en un comunicado.
Los motivos del “incidente” con el caza F-35 están aún “bajo investigación”, indicó el comunicado, y las autoridades no entregaron más detalles para “preservar la integridad” de las pesquisas.
Las autoridades militares reportaron el caza F-35 como perdido el domingo en la tarde, después de que el piloto tuviera que expulsarse de la aeronave y fuera transferido a un centro médico local.
La persona que piloteaba el caza se expulsó de manera “segura” de la aeronave el domingo en la tarde, cuando las autoridades informaron sobre el incidente y reportaron la aeronave como perdida.
El piloto fue trasladado a un hospital local ese mismo día y se encuentra en condición “estable”, según informaron. Por razones desconocidas, se eyectó en paracaídas en un barrio de North Charleston, dejando al avión volando en “estado zombi”, es decir, con piloto automático.
El F-35 Lightning II es un avión muy codiciado, especialmente por Ucrania, porque su forma y características impiden que pueda ser detectado por radar.
Burlas. La desaparición de un avión que cuesta al menos USD 80 millones llenó internet de mensajes de estupor.
“¿Cómo demonios se pierde un F-35? ¿Cómo es posible que no haya un dispositivo de seguimiento y se esté pidiendo a la opinión pública que encuentre un avión y lo entregue?”, comentó la congresista republicana Nancy Mace.
Algunos internautas publicaron fotografías manipuladas con falsos avisos de búsqueda colgados en árboles: “F-35 desaparecido. Recompensa de 500 dólares”, se lee en una de ellas.
Otros se burlaron de la situación ironizando con que lo tiene el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien lleva meses pidiendo este tipo de aviones para la guerra que libra contra Rusia desde que tropas rusas invadieran su país.
Los aviones y los pilotos pertenecían al Escuadrón de Entrenamiento de Ataque de Cazas 501 de la 2ª Ala Aérea de los Marines, con base en Beaufort, cerca de la costa de Carolina del Sur.
No es la primera vez que un avión de combate desaparece. En 1989 el piloto de un MiG-23 soviético se eyectó sobre Polonia y el avión siguió volando con el piloto automático hasta que se estrelló en Bélgica, a más de 900 kilómetros de distancia.