Richart González
PASO YOBÁI
En un solo día, de unos 55 pacientes aproximadamente, 50 presentaron cuadros de gastroenteritis por parte de pobladores de Paso Yobái, un distrito que vive amenazado por la contaminación con cianuro en sus cauces hídricos.
A esto se suma una creciente cantidad de abortos espontáneos que se han registrado en las últimas semanas. Los médicos del centro de salud no pudieron determinar aún si está vinculado a la contaminación del ambiente o si tiene relación incluso con el dengue.
La situación es preocupante y los habitantes de la zona se manifestaron ayer y el miércoles pasado reclamando una intervención del Estado para que ordene un estudio de todo el territorio afectado.
La alarma saltó recientemente cuando el arroyo Silva Cué, que junto al arroyo Gasory son tributarios del río Tebicuarymí, cambió su tono cristalino por uno rojizo y pringoso. Esto tuvo lugar luego del desborde registrado –por accidente– de una pileta de sedimentación donde se trata el oro con ingente cantidad de cianuro.
El Dr. Vicente López, director del Centro de Salud de Paso Yobái, reveló a ÚH que en las últimas semanas están recibiendo una gran cantidad de pacientes con gastroenteritis en comparación a otros hospitales de la región. En cuanto a si el uso del químico señalado tendría relación con esta patología, dijo que puede que “sí y no también”. Por lo que –a su criterio– se debería hacer un estudio más avanzado para confirmarlo o descartarlo.
“Si existe una contaminación por cianuro, de aquí a 5 o 10 años, podríamos ver casos importantes de enfermedades por acumulación de metales pesados”, sostuvo.
Según explicó, la contaminación por metales pesados en el cuerpo humano puede producir una gama alta de enfermedades, como problemas renales, cardíacas, sinápticas, malformaciones, abortos, cánceres, entre otras. “Por culpa de esto, otros países han prohibido este método –dice sobre el cianuro y el mercurio usado en esas plantas de tratamiento del mineral precioso–. Y hay que ver, en Paraguay, cuáles son las regulaciones que permiten esto”. El doctor López compartió que existen casos –aunque aislados– de malformaciones, así como reportes de abortos espontáneos en comunidades cercanas donde se encuentran las piletas donde se procesa el oro. Se trata de una situación que les llama mucho la atención y que ahora –considera– debe constituirse en un asunto a resolver desde las instancias que regulan esa actividad.
“Desde Salud nos preocupa cómo está afectando a la población. No estamos en contra del trabajo, pero debe estar controlado, regulado y explotado de manera segura para la población”, manifestó.
ARROYOS CON MERCURIO
La docente en Química, Laura Flores, indicó que en 2020, tras un estudio habían encontrado mercurio en unos 15 o 16 arroyos del Guairá. Dijo que exactamente no se puede determinar en cuánto tiempo se podría degradar ese químico o los metales pesados presentes en los cauces hídricos.
“Lo que se tendría que hacer es determinar cuántos locales utilizan cianuro, por qué ocurrió este hecho, licencias y tomas de muestra de arroyos cercanos a las piletas”, expuso sobre el accidente reciente.
Cada minera debe tener su evaluación de impacto ambiental en atención al emplear dicho químico en “pequeñas lagunitas” para procesar oro.
“Hay muchas patologías asociadas a este compuesto químico, como dolor de cabeza, náuseas, vómitos y mareos. Si nos exponemos a altas dosis de este químico podríamos llegar hasta la asfixia y muerte”, enumeró.
Essap no detecta cianuro en el Tebicuarymí desde donde distribuye el agua
Pobladores de varias compañías de Paso Yobái y varias organizaciones sociales temen que el cianuro utilizado en la minería llegue a contaminar el río Tebicuarymí que abastece de agua potable a varios distritos del Guairá y a Coronel Oviedo (Caaguazú).
María Magdalena Benítez, jefa de la plata de Essap en el cuarto Departamento, aseguró a ÚH que –de momento– no tienen registro de químicos o metales como el cianuro presente en las aguas que ellos estiran para su potabilización. Aseveró que los controles se realizan por hora para verificar la turbiedad, el PH, entre otros.
Explicó que previo al proceso de potabilización, el agua del río pasa por un floculador y de los decantadores va a los filtros para enviar después a los reservorios. “Los operadores que están las 24 horas tienen su forma de controlar. Tanto operadores como la química que está en planta, lo hacen cada una hora. Ya sea el agua cruda, decantada y el agua tratada que es certificada por un control a través de la Ersan”, dijo en alusión al Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan).
Yataity, Mbocayaty y Villarrica, además de Cnel. Oviedo son las ciudades que se abastecen de agua desde el Tebicuarymí. Los pobladores de estas localidades se quedaron preocupados luego del desborde de una pileta de sedimentación, de una firma minera de Paso Yobái, donde se usa cianuro para procesar oro.
Pedro Morínigo, un poblador de la compañía Santa María de Paso Yobái, disparó contra la utilización de cianuro en las minas de oro, ya que –según dijo– están destruyendo el medio ambiente. Suscribió que, incluso en los últimos tiempos, muchas personas han sufrido enfermedades por la exposición al metal.
“Las piletas se hacen al aire libre y 300 kilos de cianuro ponen en cada uno, hoy en día hay más de 150 en todo el distrito”, refirió primero sobre la cantidad de químico que se usa en las piletas de procesamiento y, segundo, sobre el número de mineras que hay en el pueblo.
El rubro principal de la zona no es la minería –atacó–, ya que la economía de Paso Yobái se mueve mediante la producción de yerba mate y caña dulce.
