Puede que el hielo del Ártico esté desapareciendo, pero hasta no hace mucho en la Antártida ocurría lo contrario. Sin embargo, en febrero esa tendencia se rompió y la extensión de hielo en el hemisferio sur registró un mínimo histórico, el segundo en cinco años.
Una expedición de investigación que partió desde Sudáfrica en febrero pasado confirmó haber hallado en buen estado los restos del Endurance, el barco del legendario explorador polar angloirlandés Ernest Shackleton que se hundió en 1915, según confirmaron hoy fuentes del proyecto.
Los microplásticos de origen humano llegaron al océano austral que rodea la Antártida, según un estudio conjunto del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona (España) y la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), que apunta que estos contaminantes podrían haber llegado allí a través del vertido de aguas de las lavadoras de las bases antárticas y de las embarcaciones turísticas que visitan la zona.
Muchas poblaciones de montaña dependen del agua de los glaciares no solo para beber, sino también para generar energía o regar los cultivos pero, además, las reservas de agua que albergan estas masas de hielo sirven para predecir el aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático.
Un pingüino bebé nació en un zoológico del oeste de México, específicamente en la ciudad de Guadalajara, donde está siendo entrenado por sus cuidadores.
Un equipo internacional de científicos descubrió una colonia de peces de hielo que ocupa unos 240 kilómetros cuadrados y contiene cerca de 60 millones de nidos activos, lo que la convierte en la mayor área de cría descubierta hasta ahora en la Antártida.
De las larguísimas travesías con abrigos de piel de foca del explorador angloirlandés Ernest Shackleton, de cuya muerte se cumplen este miércoles cien años, a las actuales bases donde los científicos usan satélites de última tecnología e incluso WhatsApp.
Un equipo científico ha constatado "la amplia presencia" de microplásticos en la dieta de los pingüinos de la Antártida, después de analizar las heces de tres especies de estos animales en diferentes lugares y años.
El 2060 es el año fijado por un grupo de científicos. Si antes no se toman "medidas ambiciosas" para frenar el calentamiento global, en línea con el Acuerdo de París, "ninguna intervención humana" podría detener el aumento del mar, de 17 a 21 centímetros en 2100 por el deshielo de la Antártida.