Ramón Martínez, amigo del hombre que fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), contó a Monumental 1080 AM detalles sobre lo ocurrido durante la noche del viernes pasado en San Alfredo, Departamento de Concepción.
Recordó que ese día estaba de cacería con Antonio Espínola cuando fueron sorprendidos por los disparos que venían de varias partes.
“Nosotros no sabíamos de dónde venían los tiros (...) Le metieron tiros al señor y yo me escondí en los arbustos, por la misericordia de Dios me salvé. Estuve escondido desde las 19.40 hasta las 3.00 de la mañana”, contó.
Continuando con su relato, Martínez mencionó que cuando Antonio Espínola ya estaba en el suelo le volvieron a disparar.
“Después le llamaron al jefe y hablaron. Escuché que el jefe dijo que mataron a un hombre común, enseguida se dieron cuenta del error”, expresó.
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En otro momento de la entrevista, Martínez desmintió que hayan realizado disparos y precisó que solo tenían un rifle a presión.
“El señor tenía un pantalón medio blanco y una camisa verde, él no estaba vestido de para para’i. No dijeron nada, solo comenzaron a disparar. Mucho dispararon”, refirió.
Ante el repentino ataque, el testigo pasó varias horas oculto entre los arbustos hasta que pudo salir y llegar a su casa.
“Yo no me pude comunicar antes porque mi teléfono se habrá caído durante el ataque. Ellos dijeron que me mataron, pero nada no me hicieron a mí”, detalló.
El fallecido fue identificado como Antonio Espínola, de 66 años. La víctima era una persona muy conocida en la zona.
El hecho se registró a 13 kilómetros al noreste del casco urbano de la ciudad de San Alfredo. En el lugar ocurrieron varios ataques de grupos armados en los últimos meses.
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Según el informe del CODI-FT, supuestamente, en medio de un operativo, se produjo un enfrentamiento y que, tras recibir disparos provenientes de una zona boscosa, procedieron a responder de la misma forma.
Los vecinos de San Alfredo se manifestaron el fin de semana frente a la comisaría de la zona, alegando que no creen que haya existido tal enfrentamiento y pidieron justicia para Espínola.
Los manifestantes señalaron que es imposible que el hombre haya integrado algún grupo armado, ya que es una persona trabajadora que se dedicaba a vender mandioca y otros productos alimenticios, como también solía ir de cacería en busca de animales silvestres.
Matilde Núñez, vecina del fallecido, aseguró que conocía bien a Antonio Espínola, quien para ellos era “un hombre tranquilo, muy humilde y trabajador”, por lo que descartan la posibilidad de que él haya buscado problemas, sin dejar de mencionar que ya era una persona de edad.