Una visita de una o dos horas, con charlas anecdóticas, risas y la impagable compañía de un desconocido es lo que piden los residentes del Complejo Santo Domingo, del Ministerio de Salud Pública (MSP) por Navidad, y por qué no, durante todo el año.
Los 92 adultos mayores esperan con ansias las tradicionales visitas de las personas solidarias que regalan un bálsamo a la soledad, en tiempos espirituales como lo es la Navidad.
En los pasillos del Complejo Santo Domingo, los adultos mayores se hacen compañía con risas, charlas o simplemente momentos de silencio. Los que aún tienen movilidad recorren los pasillos o disfrutan de los paseos mensuales. Pero los otros que ya no pueden moverse y están en cama también añoran la compañía.
Clara Vera, de 73 años, que vive hace tres años en la residencia, dijo que la compañía será un buen regalo por Navidad porque hace tiempo que nadie la visita y que tiene deseos de conversar porque ayudan a mejorar su estado de ánimo.
Incluso, el único que iba junto a ella cada cierto tiempo, su hermano, ahora también ya es residente del Complejo Santo Domingo.
Lo que más destaca es que ella llegó en silla de ruedas y que mediante el cuidado diario de las enfermeras y médicos, ahora logra movilizarse, con un bastón, pero ya camina, dijo con un aire nostálgico.
“No me vienen a visitar, necesito hablar porque me hace bien”. Ella, sí pidió regalos a parte de las visitas.
PIDEN COMPAÑÍA. Gustavo Cáceres, de 84 años, sentado junto a otros residentes pidió lo mismo: visitas y compañía para aplacar la soledad.
Hace catorce años que pasa la Navidad en la residencia. Su hobby es cuidar la huertita en la antigua residencia, disfruta del contacto con la tierra y cultivar sus propias hortalizas.
Cáceres se considera huérfano porque –aunque tenga parientes– no recibe visitas, porque viven en buenas condiciones en el Complejo Santo Domingo, y por ello creen que no necesitan nada. Pero sí necesitan y lo más importante: compañía.
Sentado junto a la ventana, Cecilio Acosta, de 70 años de edad, peluquero en sus años mozos, ex dirigente de una escuela de fútbol y padrino de niños de escasos recursos, pidió un regalo peculiar: una camiseta de Cerro Porteño, y, por supuesto, también la compañía de gente de buen corazón.
“En diciembre que nos vengan a visitar. Yo quiero una camiseta de Cerro Porteño”, expresó entre risas al hacer su pedido.
Acosta fue también dirigente del Cicloncito, la Escuela de Fútbol del Club Cerro Porteño. Cecilio recibe visitas, especialmente de sus ahijados e hijos del corazón, a quienes ayudó para que estudien y tengan una profesión.
Hoy, anda en sillas de ruedas, tras dos operaciones en la pierna, debido al avance de la artrosis, pese a ello no pierde el buen humor ni las carcajadas.
ALTRUISMO. La directora del Complejo Santo Domingo, doctora Rosario Marín, explicó que reciben muchas donaciones, especialmente en alimentos, y que aquellas personas que quieran acercar regalos, pueden acceder a la lista que necesitan en esta temporada.
Entre ellos, principalmente citó los elementos de higiene, toallitas, jabones y maquinitas de afeitar. También, lo que más necesitan son los insumos para las manualidades como plasticola, silicona, pinturas y otros. La lista también incluye rompecabezas, juegos de memoria, pelotas de goma de varios tamaños y resistentes.
Añadió que los interesados en visitar a los residentes pueden coordinar con la institución para que no se superpongan con los horarios de descansos o las salidas mensuales.
Pesebre viviente y villancicos
Una recreación de los personajes del pesebre fue realizada el pasado viernes por los residentes del Complejo Santo Domingo. Los adultos mayores, que son los residentes permanentes, fungieron de María, José y los tres Reyes Magos. El emotivo acto se realizó como parte del cierre de actividades del Centro Día y de los Residentes de Estadía Permanente del Complejo San Domingo. A la presentación del tradicional pesebre, se sumaron los villancicos, a cargo de los usuarios del Centro Día. También amenizaron la jornada artistas invitados. Esta actividad se realiza cada año para ensalzar el espíritu navideño.