El cardenal Adalberto Martínez realizó su homilía este domingo en el Día de los Difuntos y mencionó que este sábado celebrábamos la solemnidad de todos los santos y que la Iglesia Católica invita a mirar la meta, que son aquellos que ya han llegado a la plenitud del amor en Dios.
“Hoy, en la conmemoración de los fieles difuntos, recordamos a nuestros seres queridos que han partido antes que nosotros. La liturgia pone estas dos celebraciones juntas, porque la vida, la muerte y la resurrección forman un único camino hacia Dios. Ayer contemplábamos la meta; hoy abrazamos el camino. Entre ambas realidades se tiende un puente de esperanza”, expresó.
También afirmó que “Cristo ha resucitado, y porque él vive, nuestros difuntos viven en él. Y porque él vive, también nosotros viviremos”.
Además, manifestó que por eso, en este “año santo jubilar”, la Iglesia Católica llama a los fieles “peregrinos de la esperanza”.
“Pasar por la ‘puerta santa’ es reconocer que la vida es un camino hacia Dios. Así como en la muerte, atravesamos el velo hacia la eternidad, en la vida atravesamos la puerta de la gracia hacia la comunión con el padre”, manifestó el prelado.
“Somos peregrinos de esperanza, caminamos hacia la vida. Las almas de los justos están en las manos de Dios. No se apagaron, no se alejaron: están en sus manos, donde hay luz, ternura y paz. En cada eucaristía, el cielo y la tierra se tocan. Hoy abrazamos en Dios a quienes amamos y nos precedieron”, agregó.
Por último, pidió que “el Señor nos conceda vivir nuestra vida como camino hacia él, con amor y confianza, para que, cuando llegue nuestra hora, también nosotros podamos atravesar el velo amando”.
“Porque para quien ama, la muerte no es el final: es volver al hogar”, concluyó.