“Entre los factores que explican esta dinámica se encuentra la reducción de exportaciones, resultado de adversidades climáticas que afectaron al sector agrícola, sumado a las dificultades logísticas provocadas por obstrucciones en el río Bermejo. Esta combinación ha limitado el ingreso de divisas al país, generando presiones sobre la moneda en un contexto de demanda de divisas sostenida”, explicó la firma.
En medio de este escenario, su proyección ubica a la moneda norteamericana en torno a G. 8.100 hacia finales de este año, en medio de la misma dinámica que responde a una menor entrada de divisas al país debido a la reducción de las exportaciones, sobre todo de soja y energía eléctrica, así como a factores logísticos como la bajante de los ríos.
A esto se suma la presión regional, especialmente por la situación económica en Bolivia y Argentina, que incrementaron la demanda de dólares en Paraguay.