EFE.
El Air Force One, el avión presidencial estadounidense donde Obama viaja acompañado de su esposa Michelle, sus hijas Malia y Sasha y su suegra Marian Robinson, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de La Habana a las 15.50 hora local (19.50 GMT).
Barack Obama estará hasta el 22 de marzo en Cuba, acompañado de su esposa Michelle, sus hijas, el secretario de Estado, John Kerry, y una amplia delegación, que incluye a hombres de negocios de importantes empresas norteamericanas y a congresistas. Es el segundo presidente de EEUU que visita este país.
Unos 400 medios de todo el mundo se encuentran ahora en La Habana para seguir los pasos de Obama, el primer mandatario norteamericano en activo que llega a la isla en 88 años, entre ellos importantes cadenas de televisión y diarios estadounidenses que no tienen corresponsalía permanente en Cuba, entre ellos “USA Today”, Telemundo y Univisión.
Obama y su esposa pasearán por La Habana Vieja y visitarán la catedral, donde les recibirá el cardenal Jaime Ortega.
Su agenda oficial comenzará el lunes con una visita al monumento a José Martí y una reunión con el presidente cubano, Raúl Castro.
Obama será “muy franco” con Castro “sobre las áreas en las que hay desacuerdo”, incluidos “los derechos humanos”, según aseguró su asesor adjunto de seguridad nacional, Ben Rhodes.
Ambos abordarán los avances en la relación y las posibilidades de cooperación económica, además de temas como las negociaciones de paz que el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantienen en Cuba.
Asistirá después a una conferencia con cubanos que trabajan en el naciente sector privado de la isla y empresarios estadounidenses, y cerrará la jornada con una cena de Estado.
El momento más esperado llegará el martes, cuando Obama de un discurso televisado en el que hablará directamente al pueblo cubano y dejará claro que EEUU no va a promover un “cambio de régimen” en la isla, según Rhodes.
Después se reunirá con un grupo de disidentes y otros activistas cubanos, y aunque la Casa Blanca no ha hecho pública la lista de los invitados, asegura que el Gobierno cubano no ha influido en ella.
El viaje de Obama se cerrará con un toque ligero en el estadio Latinoamericano de La Habana, donde presenciará un partido amistoso de béisbol, una pasión común de ambos países.
El viaje podría incluso contribuir al levantamiento del embargo, aunque es improbable que haya avances concretos hasta “después de las elecciones” presidenciales de noviembre, según dijo a Efe la senadora que lidera el esfuerzo para acabar con las restricciones comerciales en la Cámara Alta, Amy Klobuchar.