Recorriendo unos minutos la Plaza de Armas, frente al Congreso Nacional, uno puede encontrar a algunas familias que se quedan a cuidar las pertenencias mientras los demás labriegos marchan por el microcentro reclamando la condonación de deudas.
Precio justo
Carlos Pastor Castillo manifestó a ULTIMAHORA.COM que la venta de su producción no le alcanza ya para pagar su cuenta, que asciende a unos 40 millones de guaraníes. Indicó que vende el kilo de mandioca a 150 guaraníes, cuando debería costar 600 a 700 guaraníes para que realmente pueda solventar sus gastos.
En 3 de Febrero, zona de Pastoreo, Departamento de Caaguazú, el hombre tiene unas 13 hectáreas de producción. Primero sí lograba salvar su inversión y ganaba un poco, pero últimamente no le da para pagar las cuentas. Recientemente las heladas del lunes y miércoles hicieron que se pierda todo.
Castillo ahora está en Informconf y en riesgo de que le embarguen su terreno. Sus tres hijos, por el sombrío panorama, emigraron a España, Argentina y Ciudad del Este para trabajar, ya que no ven un futuro rentable en el campo. “No nos queda de otra”, expresó para redondear su situación.
“No vengo porque quiero”
María Sixta Acosta, de Tembiaporã, San Pedro, sufre lo mismo con la producción de banana. Se ve obligada a vender a 5.000 la caja. La mujer tuvo que endeudarse para mantener su chacra, además tuvo una operación de rodilla que la dejó con dolencias e inflamación.
"¿Creen que vengo acá con esta situación porque quiero?”, cuestionó.
Espera respuesta
Otra mujer, Gloria Saucedo, sostuvo que a pesar de no tener cómo producir tienen que enviar a sus hijos, en su caso, a la universidad. Adelantó que nada los sacará de la capital porque quieren una respuesta del Gobierno.
La familia de Gloria Saucedo se dedica a la venta de takuare’ẽ, caña de azúcar, que se vende apenas a G. 160.000 el kilo. Para que sea rentable, según su estimación, debe tener un precio de G. 220.000 como mínimo.
Estas tres personas coincidieron en que no tienen mercado para vender su producción, lo cual incide en sus deudas. Además se suma el factor climático. Los campesinos cumplieron 10 días de marcha este jueves.