El estudio es de carácter oficial y fue elaborado por técnicos del Ministerio de Salud Pública, junto con expertos argentinos del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), pero su divulgación se realizó con mucho silencio, sin ninguna publicidad por parte del Gobierno.
El documento, publicado en la víspera por Última Hora, está alojado en el sitio web del IECS, con los logotipos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y el Gobierno paraguayo, pero no ha sido promocionado ni visibilizado por el Ministerio de Salud, de manera que pueda ser debatido o planteado en un nuevo proyecto de ley que aumente aun más el impuesto a las tabacaleras, como el propio documento lo sugiere.
El estudio destaca que la recaudación impositiva por la venta de cigarrillos es de alrededor de 318.945 millones de guaraníes al año, que apenas llega a cubrir el 20 por ciento de los gastos directos provocados por el cigarrillo en el sistema de salud.
Un aumento de tan solo un 20 por ciento podría llegar a evitar más de 1.003 muertes, 2.953 enfermedades cardiacas, 423 nuevos cánceres y eliminar 845 accidentes cerebrovasculares (ACV) en diez años, indican los responsables del estudio.
El trabajo revela datos alarmantes sobre la salud en el país producto del tabaquismo. El mayor peso está dado por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las enfermedades cardiacas y el cáncer de pulmón.
“Su impacto en la mortalidad y en la calidad de vida es responsable en forma directa de la pérdida de 88.473 años de vida cada año y explica el 12,2 por ciento de todas las muertes que se producen en el país en mayores de 35 años. Esto representa 3.354 muertes por año que podrían ser evitadas”, dice.
Igualmente, sostiene que el tabaquismo genera un gasto en el sistema de salud que llega a la suma de 1,5 billones de guaraníes, lo que equivale al 1,09 por ciento de todo el producto interno bruto (PIB) del país y al 12,1 por ciento de todo el gasto público en salud anual.
La ciudadanía debe respaldar esta valiosa propuesta, que seguramente chocará con fuertes intereses, como ya ocurrió en 2015 con la ley del tabaco, que planteaba aumentar impuestos hasta un 50 por ciento, pero ante el fuerte lobby de las tabacaleras en el Congreso, acabó imponiendo una tasa gradual, que en 2016 fue del 3 por ciento, llegando hasta un 16 por ciento.
Es tiempo de que la salud pública sea tenida en cuenta, más que las ganancias de las empresas.