12 may. 2024

¿Qué es imposible en el Paraguay?

Cuando denuncio a los que gobiernan por no hacer lo que debieran, muchas veces me dicen que son cosas difíciles, imposible de realizarlas.

Dicen que erradicar la corrupción es imposible. Sin embargo, existe por el mal uso del dinero público, la prepotencia de los tres poderes que se compran y venden al mejor postor.

Dicen que la desigualdad es inevitable. Pero 250 familias o empresas ocupan las mejores tierras. Viven mejor que en los Estados Unidos, porque gozan de todas las comodidades de allí, y aquí casi no pagan impuestos. Y en frente de ellos, más de tres millones de paraguayos y paraguayas empobrecidos o en la pobreza sueñan y luchan por un Paraguay mejor.

Dicen que la reforma agraria integral no se puede hacer. Aceptamos que sean pocos los que tienen los grandes latifundios, sintiéndose dueños del Paraguay. Cercanos a ellos existen trescientos mil campesinos sin tierras.

Dicen que ni pensar en una salud preventiva, eficaz y con los medicamentos necesarios. Porque no hay presupuesto. Se teme romper el favoritismo a la industria privada de los sanatorios y las farmacéuticas.

Dicen que no hay seguridad porque los motochorros, ladrones caseros y asaltantes que van armados son audaces. Pero nadie se pregunta cuáles son las circunstancias que llevan a un ciudadano común a convertirse en un delincuente.

Dicen que no hay más trabajo. Por supuesto que permiten que las ganancias se inviertan en los EEUU y el Ministerio de Trabajo apoya la economía sumergida.

Y hay otras más “presuntas” imposibilidades. Y el resultado de todas ellas es que el Paraguay anda mal. No en la cumbre de las 250 familias “amos” del país, sino en los millones de empobrecidos. Pero el fanatismo y el clientelismo, ayudados por los dólares dados bajo la mesa, parece que pueden más.

Lo imposible es posible si se quiere y hay honestidad.

¿Pero dónde están los/las patriotas?

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.