22 may. 2024

Mañana se inaugura el Año Centenario de Roa Bastos

El Año Centenario de Augusto Roa Bastos se inaugura oficialmente mañana, a las 21.00, en la Explanada Central del World Trade Center Asunción (Aviadores del Chaco 2050). El acceso es libre y gratuito para todo público.

Augusto Roa Bastos.  En 2017 se celebra su centenario.

Augusto Roa Bastos. En 2017 se celebra el centenario de su nacimiento. Foto: Archivo.

El evento contará con la participación de Andrea Valobra y Diana Barboza, quienes interpretarán la canción Dulce tierra mía, de Roa y Agustín Barboza. También se expondrá la muestra fotográfica que recorre la obra del escritor, finalizando la noche con el lanzamiento de miles de globos blancos con el rostro del Premio Cervantes de nuestro país y la explosión de fuegos artificiales.

Los actos de homenaje son organizados por la comisión especial integrada por la Secretaría Nacional de Cultura, el Cabildo, y la Municipalidad de Asunción, con el apoyo de otras instituciones.

Por otro lado, a las 19.00, del mismo día, se hará una evocación de Roa en la Biblio- teca del Congreso, en la Costa- nera de Asunción, en el marco de la apertura del Rally Dakar, con la participación de artistas como Lizza Bogado, Dinastía Simón, el Ballet Mimbipá de Sussy Sacco, el maestro Diego Sánchez Haase y la declamación de un poema de Roa, con la actriz Margarita Irún.

Otros actos. Como parte de los homenajes, fue habilitada la exposición Augusto Roa Bastos, Supremo Centenario, acerca de la vida y obra del autor de la novela Yo el Supremo, en la Sala de Exposiciones Temporarias del Cabildo. Asimismo, fue presentado el libro de cuentos infantiles La casita del invierno verano, como preanuncio de las programaciones.

También inició el llamado al Primer Concurso Internacional de Guion Cinematográfico Augusto Roa Bastos, organizado por el Cabildo, que distribuirá 85 millones de guaraníes, en categorías de largometraje y cortometraje, cuya primera parte de presentación de obras vence el 30 de junio de 2017.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.