21 may. 2024

Lo de Gaza es muy simple

Por Alfredo Boccia Paz — galiboc@tigo.com.py

61126_embed

Alfredo Boccia Paz.


Para casi toda la opinión pública occidental el conflicto palestino-israelí tiene tantas complejidades históricas, religiosas y geopolíticas que resulta agotador entenderlo a profundidad. La búsqueda de modelos simplistas para explicarlo resulta irresistible. Pero estos suelen ser ambiguos, imprecisos y funcionales a las corporaciones mediáticas que, a fuerza de repetición de medias verdades, terminan imponiendo una manera “oficial” de mirar el problema.

El eje comunicacional se centra de modo excluyente en la confrontación entre el terrorismo palestino y la necesidad de Israel de preservar su seguridad. La selección de la información destaca que los palestinos, que no reconocen al Estado de Israel, recurren obstinada e injustificadamente al terrorismo, lo que obliga a los judíos a defender a sus ciudadanos. Como el ejército israelí es muy superior, la reacción causa muchas más bajas entre los palestinos, que luego se quejan ante la comunidad internacional. Es un razonamiento tan simple que cualquiera puede entenderlo. Solo que es mortíferamente falso.

Esta manera de presentar el conflicto enaniza su verdadera causa: la ocupación militar del territorio palestino por parte de Israel desde hace casi medio siglo y la sistemática política de exterminio contra su pueblo. Cada episodio de estos enfrentamientos arranca un nuevo pedazo al derecho palestino de existir. Las acciones infames van desde el cerco de ciudades, la demolición de viviendas y la humillación de la población civil hasta la destrucción de su economía, la usurpación del agua y la construcción del oprobioso muro de separación racial.

Ese muro de la vergüenza —seis veces más largo que el de Berlín— fue increíblemente construido por los hijos y nietos de los sobrevivientes de los guetos y los campos de concentración del nazismo europeo. Lo que queda de Palestina está fragmentado, aislado y empobrecido. Todo esto no justifica el lanzamiento de cohetes contra Israel, pero coloca las cosas en otro contexto.

Antes de que los fanáticos me acusen de antisemitismo, quiero advertir sobre dos cosas más. Primero, en Gaza la proporción de muertos suele ser el de un israelí por cada cien palestinos. Esta vez la disparidad se acerca al doble y la población palestina civil está siendo atacada por tierra, mar y aire. Y, segundo, mientras Israel cuente con el apoyo irrestricto de Estados Unidos y el silencio de Europa, le importa muy poco lo que piense la comunidad internacional. Israel no cumple ni las resoluciones de las Naciones Unidas ni las sentencias de los tribunales internacionales. La ocupación criminal del territorio de Gaza ocurre con una total impunidad.

Como ha señalado Noam Chomsky, alguna vez el mundo se avergonzará de esto. Mientras tanto, sería bueno que no nos engatusen con tanto simplismo.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.