26 abr. 2024

La muerte y la vida

La liturgia de este domingo nos habla de la muerte y de la vida. La primera lectura nos enseña que la muerte no entraba en el plan inicial del Creador: Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes; es consecuencia del pecado. Jesucristo la aceptó «como necesidad de la naturaleza, como parte inevitable de la suerte del hombre sobre la tierra. Jesucristo la aceptó (...) para vencer al pecado». La muerte angustia el corazón humano, pero nos conforta saber que Jesús aniquiló la muerte. No es ya el acontecimiento que el hombre debe temer ante todo. Es más, para el creyente es el paso obligado de este mundo al Padre.

El Evangelio de la Misa nos presenta a Jesús que llega de nuevo a Cafarnaún, donde le espera una gran muchedumbre. Con especial necesidad y fe le aguardan el jefe de la sinagoga, Jairo, que tiene una hija a punto de morir, y una mujer con una larga enfermedad en la que había gastado toda su fortuna; ambos sienten una especial urgencia de Él. Por el camino hacia la casa de Jairo tiene lugar la curación de esta enferma, que ha depositado toda su esperanza en Cristo.

La muerte, que era la suprema enemiga, es nuestra aliada, se ha convertido en el último paso tras el cual encontramos el abrazo definitivo con nuestro Padre, que nos espera desde siempre y que nos destinó para permanecer con Él. «Cuando pienses en la muerte, a pesar de tus pecados, no tengas miedo... Porque Él ya sabe que le amas.... y de qué pasta estás hecho. »

El papa Francisco, en una de sus misas en la Domus Sanctae Marthae, el año pasado, dijo: “Todo buen padre «necesita del hijo: le espera, le busca, le ama, le perdona, le quiere cerca de sí, tan cerca como la gallina quiere a sus polluelos».

En cuanto al personaje evangélico, el jefe de la sinagoga, el papa Francisco destacó en qué sentido se trataba de una «persona importante», que, sin embargo, «ante la enfermedad de la hija» no tuvo vergüenza de tirarse a los pies de Jesús e implorarle: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva».

Este hombre no reflexiona acerca de las consecuencias de su gesto. No se detiene a pensar si Cristo «en lugar de un profeta fuese un brujo», se arriesgaba a hacer el ridículo. Al ser «padre –dijo el Pontífice– no piensa: arriesga, se lanza y pide».

He aquí entonces la relación entre las dos figuras de padres. Para ellos la prioridad son los hijos. Y esto «hace pensar en la primera cosa que decimos a Dios en el Credo: “Creo en Dios padre”. Hace pensar en la paternidad de Dios. Dios es así con nosotros».

Alguien podría observar: «Pero padre, Dios no llora». Objeción a la que el Papa respondió: «¡Cómo no! Recordemos a Jesús cuando lloraba contemplando Jerusalén: «Jerusalén, Jerusalén, cuántas veces intenté reunir a tus hijos», como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas». Por lo tanto, «Dios llora; Jesús lloró por nosotros». Y en ese llanto está la representación del llanto del padre, «que nos quiere a todos consigo en los momentos difíciles»”.

El papa Francisco, el miércoles pasado, en la audiencia general, dijo: “Queridos hermanos y hermanas: En la catequesis de hoy reflexionamos sobre las heridas que se producen en la misma convivencia familiar. Se trata de palabras, acciones y omisiones que, en vez de expresar amor, hieren los afectos más queridos, provocando profundas divisiones entre sus miembros, sobre todo entre el marido y la mujer. Si estas heridas no se curan a tiempo se agravan y se transforman en resentimiento y hostilidad, que recae sobre los hijos. Cuando los adultos pierden la cabeza y cada uno piensa en sí mismo; cuando los padres se hacen daño, el alma de los niños sufre marcándolos profundamente.

En la familia todo está entrelazado. Los esposos son “una sola carne”, de tal manera que todas las heridas y abandonos afectan a la carne viva que son sus hijos. Así se entienden las palabras de Jesús sobre la grave responsabilidad de custodiar el vínculo conyugal, que da origen a la familia. En algunos casos, la separación es inevitable, precisamente para proteger al cónyuge más débil o a los hijos pequeños. Pero no faltan los casos en que los esposos, por la fe y el amor a los hijos, dan testimonio de su fidelidad al vínculo en el que han creído.

(Del libro Hablar con Dios y www.news.va/es/news/audiencia-general-del-24-de-junio-de-2015).

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.