El caso de gatillo fácil se registró en el año 2012 en Minga Guazú. La víctima del hecho es el joven Anderson Medina, que pese a todo pronóstico negativo logró sobrevivir a aquel fatídico día en el que, en medio de un operativo confuso, un uniformado le disparó sin mediar palabras.
El autor del disparo de arma de fuego es el suboficial Narciso Cañete, quien recibió una condena de cinco años de cárcel por el hecho, sin embargo, sigue libre. El motivo: el Tribunal de Justicia no resolvió que la sentencia sea de cumplimiento inmediato, informó NoticiasPy este lunes.
El padre de la víctima, Alberto Medina, realizó una vigilia anoche frente al Palacio de Justicia exigiendo el cumplimiento inmediato de la sentencia. Según el hombre, el joven estaba a bordo de un automóvil tras salir de un acontecimiento familiar, cuando policías lo atacaron alegando que atropelló una barrera policial. En ese momento, Cañete le disparó al joven en la espalda.
Cañete fue condenado en Ciudad del Este el pasado 28 de abril del 2016. Un tribunal le impuso la pena de cinco años de privación de libertad por haber sido hallado culpable de disparar contra el joven Anderson Medina (24) en la noche del 1 de julio de 2012, en el kilómetro 10 de Minga Guazú, pero sigue libre.
El año pasado el padre de Anderson denunció ante la Fiscalía General del Estado al excomandante de la Policía, Críspulo Sotelo, a quien señaló como protector del suboficial Cañete, condenado por el ataque.
Frustración de la persecución y ejecución penal es el hecho punible por el que fue denunciado el alto jefe policial. En la denuncia, Medina afirma que varias veces rogó al comandante que expulsara de las filas policiales al hombre que fue condenado por disparar a su hijo, pero aún no pisó la cárcel porque la sentencia no quedó firme.
Medina sostuvo en aquel momento que el hombre que disparó a su hijo, pese a que debe estar en la cárcel, sigue amedrentando a su familia y sobre todo al joven que fue baleado.