El país, cuarto exportador mundial de soja, experimentará una expansión económica de 3,0 por ciento este año, señaló el viernes el organismo, que concluyó una misión de consulta del Artículo IV.
En una estimación previa divulgada en octubre, el FMI dijo que el PIB paraguayo crecería un 3,8 por ciento en el 2016.
Para el próximo año, el FMI estimó una expansión del 3,2 por ciento, incluso pese al derrumbe de los precios internacionales de las materias primas y la recesión en su gigante vecino Brasil.
“Si pudiera hacer un resumen de la situación económica de Paraguay en una sola palabra, yo diría resiliente. En el contexto de esta desaceleración regional (...) estamos viendo que lo de Paraguay es una situación saludable, sólida”, dijo a periodistas el jefe de la misión, Hamid Faruquee.
El desempeño de la economía tiene como sustento buenos resultados en la producción agrícola y en los sectores de la construcción y los servicios. En contrapartida, los bajos precios de las materias primas seguirán golpeando el comercio exterior, señaló el funcionario.
Faruquee observó que la inflación se mantuvo temporalmente elevada por la volatilidad en los precios de los alimentos, pero se reduciría durante el año para alcanzar la meta fijada por el Banco Central de 4,5 por ciento con un margen de error de +/- 2 puntos porcentuales.
Los precios al consumidor se dispararon en enero un 2,6 por ciento, situando en 5,2 por ciento la inflación de los últimos doce meses, según el Banco Central.
El FMI consideró además apropiada la decisión del Banco Central de mantener la tasa de interés de política monetaria en 6,0 por ciento, pese a la presión inflacionaria, tomando en cuenta los riesgos externos y la pérdida del impulso de los sectores vinculados al comercio exterior.
Reuters.-