Emilio Verruck, del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes de Aviación, dependiente de la Dinac, dijo que las cajas halladas en la montaña Illimani, al norte de Bolivia, podrían aportar datos que determinen la causa del accidente aéreo ocurrido el 31 de diciembre de 1984.
Primeramente se debe examinar el fragmento recuperado para saber si se encuentra en buenas condiciones y si pertenece al aparato que guarda información del momento previo al accidente o el audio de la cabina.
Mientras, Paraguay aguarda la notificación oficial de Bolivia, que tiene la obligación de informar sobre el hallazgo, de acuerdo a tratados internacionales. Una vez recibido el documento, se analizará si se enviará un equipo paraguayo para participar de la investigación o si se aguardará un informe del Gobierno boliviano, explicó Verruck.
La Dinac otorgará un tiempo para que Bolivia recolecte toda la información del hecho y si el país vecino no se comunica, lo hará Paraguay la próxima semana.
Hasta el momento, los allegados a la familia Matalón no se comunicaron con la Dirección de Aeronáutica Civil.
Dos estadounidenses, Dan Futrell y Isaac Stoner, del estado de Massachusetts, encontraron las cajas negras del avión de la compañía Eastern Air Lines que cubría la ruta Paraguay-Miami.
El Boeing 727, vuelo EA980, salió de Asunción con destino a la ciudad de Miami, con escala en La Paz (Bolivia), Lima (Perú) y Ciudad de Panamá (Panamá). La tripulación estaba compuesta por profesionales chilenos y estadounidenses, al mando del capitán Larry Campbell, quien pilotaba por primera vez en los cielos de Bolivia,.
Horas después, la aeronave se estrellaba contra el Illimani con 28 pasajeros a bordo. Entre ellos se encontraba un grupo de coreanos de Ciudad del Este (anteriormente Ciudad de Presidente Stroessner), la esposa del embajador de EE.UU. en Paraguay, un estadounidense del Cuerpo de Paz, la familia Matalón, un joven jugador de rugby del Cristo Rey y una alumna del Colegio Teresiano.