La simple adhesión a la causa derivó en un reconocimiento ciudadano a los estudiantes que continúan en vigilia frente al Rectorado, pasando del sofocante calor de los días anteriores al frío y la lluvia de este domingo.
Prueba de ello es la cantidad de personas que se acercan a llevar comida y medicinas a los jóvenes o simplemente a estrechar sus manos, dar un cálido abrazo, un mensaje de aliento y por supuesto, tomarse una selfie con ellos.
El domingo, día de asados y paseos en familia, se convirtió para muchos en una jornada ideal para ir a llevar su apoyo al estudiantado que está en pie de guerra contra la corrupción.
No es para menos, la resistencia estudiantil en la UNA hizo historia de manera firme y enérgica, pero pacífica. Los estudiantes se plantaron ante los casos de corrupción y, gracias a la presión ejercida, el ahora ex rector Froilán Peralta afronta un proceso judicial privado de su libertad, al igual que sus colaboradores más cercanos.
Luego de una serie de reportajes investigativos de este diario, el movimiento estudiantil renació con fuerza bajo la bandera: “Fuera Froilán”, consigna que dio paso a #UNAnotecalles y #PYnotecalles.
El Rectorado ahora es un símbolo de esa lucha y la vigilia continua un poco más distendida, al ritmo de peñas y fútbol.