20 may. 2024

Empresarios instan a no ensuciar microcentro de CDE

Insalubridad.  El centro comercial se llena de desechos.

Insalubridad. El centro comercial se llena de desechos.

Wilson Ferreira

CIUDAD DEL ESTE

Fedecámaras, grupo empresarial de Ciudad del Este, insta a los empresarios, comerciantes y todo el sector ligado al desarrollo mercantil en forma directa e indirecta, en la zona del microcentro, a iniciar una campaña para ensuciar menos la ciudad.

La idea es formar una mesa de trabajo y llegar a un acuerdo con la Municipalidad para instalar contenedores en diferentes puntos de la capital esteña a fin de evitar que los residuos, como plásticos, cartones e isopor, sean arrojados directamente a la calle, como ocurre todos los días.

La imagen que se proyecta del microcentro de CDE es lamentable y son los mismos locales comerciales instalados en los diferentes shoppings de la ciudad los que, al término de la jornada comercial, que por lo general se da entre las 14.00 y las 15.00, sacan los desperdicios en la vía pública.

Juan Armando Santamaría, presidente de Fedecámaras, sostiene que todos los sectores que viven en lo que se llama la zona comercial deben involucrarse a fin de ordenar la disposición de los residuos y así ensuciar menos la ciudad.

“La Municipalidad envía a su gente por la tarde a limpiar la ciudad, amanece limpia y la volvemos a entregar sucia. Tenemos que llegar a un acuerdo con las autoridades para que hagan cestos de basura, que estén disponibles para todos y que aprendamos a vivir en la limpieza”, refirió el presidente de Fedecámaras.

Multas en Brasil

El empresario Juan Santamaría recordó que en las ciudades brasileñas cobran hasta 1.500 reales en multa a la persona que es sorprendida arrojando su basura en la calle. “No obliguemos a las autoridades comunales a hacer lo mismo. Vamos a sentarnos a trabajar juntos con las autoridades y a ayudar a resolver esto. Las calles están sitiadas de basura, una cosa terrible, como si fuera un vertedero en un horario aún importante”, dijo.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.