El titular de dicha comisión, diputado Walter Harms, indicó que el secretario del Consejo, Orlando Garay, se negó a firmar la resolución por considerarla fuera de lugar, no así el director paraguayo, Enrique Cáceres, quien firmó la resolución aceptando la deuda. “A priori, según los datos que manejamos, no corresponderían; por eso solicitamos el informe”, acotó.
INTENTO DE ESTAFA. Por otro lado, el hecho fue considerado como un intento de estafa por el ex consejero de la EBY, Ing. Ramón Montanía, quien explicó que, antes de que el Comité Ejecutivo apruebe un expediente para la ejecución de una obra, el proyecto es generalmente revisado y aprobado por diversos estamentos y esta propuesta se hizo en función a los intereses del vecino país, que es el que debía asumir todos los costos de acuerdo a lo establecido en una nota reversal. Hasta ahora, la misma no fue tratada por el Consejo de la EBY que no se reúne desde el mes de enero.
Montanía recordó que durante su breve paso por Yacyretá pudo percatarse de que el Consejo de Administración de la entidad actuaba como un mero organismo que “aprobaba sin cuestionamientos y a ciegas, las resoluciones del Comité Ejecutivo”. Agrega que “en algunos casos, nos dimos cuenta que resoluciones del Consejo de Administración eran modificadas por el Comité Ejecutivo, violando expresas disposiciones del tratado”.
Según el Ing. Montanía, los argentinos “estaban acostumbrados a manejar a sus antojos Yacyretá, inclinando siempre a la empresa para atender intereses de ellos, pero para lograr sus objetivos, lamentablemente contaban con la “anuencia” de los directivos paraguayos y también de gobernantes de turno”, refiere.
Indicó que sufrió en carne propia la situación por lo que reflexionó diciendo que no basta que el consejero ponga todos sus esfuerzos por la transparencia y la defensa de intereses nacionales, si no tiene el apoyo de su jefe, en este caso el presidente de la República.