Las mujeres campesinas caminaron con ollas y sus hijos en brazo. A diferencia del miércoles último, las movilizaciones bajaron de tono y el cierre de bocacalles fue por poco tiempo. Hubo caos vehicular, pero por poco tiempo y no se registraron mayores incidentes.
Mientras tanto, la policía evitó que los campesinos dejen atrapadas a las personas en el tránsito por el cierre de calles. Por ejemplo, en Tacuary y Teniente Fariña crearon un cordón para evitar el paso de los labriegos.
A la tarde, los labriegos estaban expectantes en la Plaza de Armas al tratamiento en el Senado del proyecto ley “de rehabilitación financiera de los pequeños productores de la agricultura familiar”, que busca subsidiar las deudas vencidas de los campesinos; sin embargo, el proyecto no se trató. Pese a esto no bajaron la cabeza. Recibieron el apoyo de estudiantes que llegaron para dar fuerza a la causa.
El reclamo de los campesinos es que no pueden pagar sus deudas por el precio irrisorio que perciben por sus productos. Anoche anunciaron que las marchas se suspenderán hasta el lunes.