Por Rodrigo Houdin - @rodrigohoudin
El Ministerio Público, a través de la Fiscalía Antidrogas, inició escuchas telefónicas desde el pasado mes de abril, luego de que el Departamento Técnico de Inteligencia de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) pasara el dato sobre un esquema que utilizaba barcazas para transportar droga.
El pasado viernes 9 de junio se realizó el llamado clave entre los proveedores de la droga y personal del remolcador. La información movilizó a personal de la Prefectura, la Senad y la Fiscalía. Ya se tenía el nombre de la embarcación que remolcaría la carga contaminada y el puerto que sería utilizado.
Las comunicaciones eran cortas y no se realizaban con mucha frecuencia y se insistía en saber si la barcaza ya estaba o no contaminada.
Agentes de inteligencia de la Secretaría Antidrogas y la Prefectura iniciaron labores para verificar la zona. Un grupo de la Senad se ubicó en una zona boscosa cercana, desde donde tenían visual para vigilar los movimientos. Finalmente, en la madrugada del pasado lunes 12 de junio se cargó la marihuana en una de las barcazas y posteriormente fue amarrada al remolcador investigado.
Desde la noche del sábado, una comitiva de 17 agentes de la Senad, 6 de la Prefectura Naval y 6 del Ministerio Público estaba atenta ante cualquier situación. La idea era esperar a que el buque esté a punto de zarpar, con la carga contaminada, para realizar el procedimiento.
El buque remolcador “Juanjo A” fue abordado por agentes de la Prefectura Paraguaya. El mismo estaba abordado por 13 personas. Agentes de la Fiscalía y la Senad llegaron desde Encarnación para verificar la carga. El pesaje final arrojó unos 13.330 kilos de marihuana.
El buque tenía como destino final Zárate Brazo Largo, pero la carga debía ser dejada por el camino.Las paradas pordían ser Rosario o Corrientes. Antes de llegar a Hohenau, el “Juanjo A” añadió carga en Puerto Triunfo y Capitán Meza.
Tras el tráfico de cocaína.
Ópalo se denomina el operativo que se inició en abril para desbaratar una banda que utilizaba barcazas para traficar cocaína importada desde Bolivia y Perú con destino a Brasil. La Fiscalía inició investigaciones y esto derivó en la detección de esta carga. Esta no sería la primera vez que este grupo realiza operaciones, pero no se puede precisar la frecuencia con la que se realizaban los transportes.
“Venían operando desde hace mucho tiempo, pero nosotros empezamos el trabajo este año cuando se encontraron los mecanismos técnicos. La intercepción de llamadas la iniciamos en abril. El último audio interceptado mencionaba al puerto específico y esa barcaza”, señala la fiscala a cargo del operativo, Elva Cáceres.
La agente del Ministerio Público señala que no se pudo dar con los financistas de la carga, pero las comunicaciones y pericias de celulares serán claves para identificarlos. “Tenemos algunos nombres”, sostuvo y afirmó que: “Los cabecillas están en Paraguay”.
Prefectura Argentina llegó como “Pirata”
La fiscala antidrogas Elva Cáceres se refirió a la supuesta colaboración de la Prefectura Argentina en la operación. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, promocionó la incautación como un logro de su Gobierno y habló del intercambio clave de información. Incluso afirmaron que participaron del pesaje de la droga.
Cáceres reiteró que no existió colaboración del Gobierno de la Argentina para interceptar esta carga. Reconoció que existe un convenio entre la Senad y la Prefectura Argentina pero son para operaciones en Ñeembucú y no en Itapúa.
“La única comunicación que hubo fue cuando la Prefectura Argentina preguntaba si ese buque ya zarpó. Yo no le llamaría ni siquiera intercambio de información. Fue algo que no incidió en absoluto en el resultado. No era necesario”, recalcó.
Patricia Bullrich dijo a medios en Rosario que ellos facilitaron datos claves para la operación. Difundieron un comunicado incluso con fotos de la operación.
“La gente de la Prefectura Argentina vino en una pequeña embarcación como piratas, eran cuatro, ni siquiera sabíamos quiénes eran. Vinieron como para abordar el buque. Les dijimos que era nuestra zona, nuestras aguas territoriales y que ellos no tenían nada que hacer ahí. Nos dijeron que fueron enviados por su jefe para verificar lo que pasaba”, comentó la fiscala.
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La atribución del Gobierno argentino movilizó a los medios del vecino país. Esta no sería la primera “metida de pata” de la ministra Bullrich, ya que en abril de este año celebró la detención de Daniel Lobos, quien fue detenido en Córdoba al ser confundido con su homónimo, apodado “El Gangoso”, un narco buscado por el tráfico de marihuana.
Origen de la droga
La marihuana que estaba a punto de ingresar a la ruta internacional sobre el río Paraná procede en su mayoría de la zona de San Pedro, norte del país. “No creemos que la droga sea de un solo productor ya que las bolsas, la forma y los colores de las bolsas son diferentes”, explicó la fiscala antidrogas.
Para que la droga llegue hasta Hohenau, la ruta que se presume utilizaron los traficantes es la de Caazapá. Para los investigadores la mercadería se debió acopiar en algún sitio. Por la cantidad, se cree que se realizaron varios viajes.
Propietarios de la naviera.
El buque remolcador pertenece a la empresa Cargiline, propiedad de la familia Zapag, según confirmó la fiscal interviniente. La agente del Ministerio Público aclaró que no existe ningún elemento para hablar de la participación de los dueños de la firma. Recordó que en este tipo de casos la responsabilidad suele llegar hasta el capitán.
Afirmó además que en este tipo de casos es evidente que existe complicidad de agentes policiales y de las prefecturas para que las cargas lleguen a destino. “Es mu difícil trabajar en este tipo de temas”, sostuvo.
La investigadora recordó que desde el 2012 empezaron a caer cargas importantes de droga traficada utilizando barcazas. Afirmó que por el volumen que cabe en estas embarcaciones y la cantidad de barcazas que hay en el país, este es uno de los principales sistemas para traficar ilícitos.
La Fiscalía ahora toma las declaraciones de los detenidos y procederá a realizar las imputaciones a quienes amerita. Posteriormente se analizarán los teléfonos celulares incautados y solicitarán informes a la naviera sobre las responsabilidades de los tripulantes.
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