Los fiscales que investigan a su colega Rubén Villalba por cohecho pasivo agravado podrían ampliar la pesquisa por otros delitos, como el de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Esto es debido a que, según la denuncia del abogado Daniel Mitjans, Villalba utilizaba la playa de automóviles Palma Automotores para blanquear el dinero que cobraba de las coimas. De comprobarse esto, se trataría de lavado de dinero. De hecho, existen sospechas de que Villalba es uno de los propietarios de la playa.
Asimismo, otra arista que investigaría el Ministerio Público es el ostentoso nivel de vida de Rubén Villalba, quien al momento de ser detenido tenía un automóvil BMW último modelo que, según investigadores, fácilmente estaría valorado en más de 100 mil dólares. A esto hay que sumar una lujosa y amplia residencia en San Lorenzo.
En las redes sociales son varias las personas que denunciaron también haber sido víctimas de extorsiones de Villalba. Entre estos denunciantes se encuentra el representante de futbolistas, Miguel González Zelada. Este reveló que funcionarios de la unidad fiscal de Villalba le solicitaron 50.000 dólares para que el agente solicite un juicio oral y público para el ex presidente de Olimpia, Marcelo Recanate. Este había sido procesado por la apropiación del dinero de la transferencia del jugador Pablo Zeballos. González Zelada dijo que se negó a pagar y por eso Recanate fue sobreseído.
Consultado al respecto, el fiscal René Fernández indicó que hasta ahora no se presentó ninguna denuncia en el Ministerio Público.
VEHÍCULOS. Mitjans está imputado por una supuesta estafa de 100.000 dólares. Según su denuncia, Villalba le solicitó primero que compre de Rodrigo Villamayor una camioneta Mercedes Benz ML.
El abogado contó que compró el vehículo por 23.500 dólares y que luego Villalba cambió el rodado en Palma Automotores por otro automóvil para su hija.
Luego compró un Toyota Platz, también de Villamayor, por 7.000 dólares. Posteriormente tuvo que comprar un Toyota Corolla Altis, por 15.000 dólares y finalmente también entregó un Porsche Cayenne y un Subaru Impreza 2012 que eran suyos. Según el abogado, entre coimas pagadas en efectivo y la compra de los vehículos que le pedía el fiscal, llegó a gastar más de 150.000 dólares en casi dos años.