Según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, el consumo de crack se encuentra con un notorio crecimiento, esto porque los adictos están supliendo a la marihuana por esta droga, de acuerdo con los registros de consultas.
El director del Centro Nacional de Control de Adicciones, Manuel Fresco, mencionó que una persona que consume marihuana puede estar durante años como adicto sin darse cuenta de los daños, mientras que “el chespi” muestra sus consecuencias negativas en menos tiempo.
El médico precisó en contacto con ÚH que existen tres drogas que causan adicción de forma rápida en los jóvenes: tabaco, marihuana y crack. Afirmó que el cigarrillo y el alcohol son las primeras drogas de fácil consumo, estos funcionan como drogas de inicio para luego llegar al consumo de marihuana, crack, cocaína, entre otras.
“Existe una línea de policonsumisión que es diagnosticada en esta población. Además de consumir tabaco, alcohol y pastillas, llegan igualmente al consumo de marihuana y cocaína”, sostuvo.
El profesional detalló que la franja mayormente afectada está comprendida entre los 12 y los 25 años de edad.
Efectos
La marihuana tiene una forma de consumo y de efecto muy diferente al crack, un fumador de marihuana puede pasar muchos años consumiendo la droga sin resentir las consecuencias porque no hay un deterioro pulmonar rápido, según el médico. Todo lo contrario se verifica en el consumo de “chespi”.
“Lo que vemos es que el motivo de consulta más frecuente es por fumar crack, porque los pacientes vienen y piden internarse, a diferencia de los consumidores de marihuana”, aseguró.
El médico relató que en nuestra sociedad existe un gran número de jóvenes que consume marihuana, pero que por sus efectos son más notorios los casos de personas adictas al crack o a la cocaína.
El adicto piensa que va a poder controlar su consumo
Fresco explicó que el joven llega a la adicción bajo la idea de que va a poder controlar su consumo. “Es igual al alcohol; según la Policía Caminera, más de 200 personas fueron demoradas por conducir en estado de ebriedad y esto porque las personas, a pesar de conocer las consecuencias, asumen un riesgo y piensan que justo a ellos el control no les va a tocar”, refirió el funcionario.
Salas de internaciones no dan abasto
Solicitar la internación de personas adictas se vuelve un conflicto para muchas personas ya que, por ejemplo, el Centro Nacional de Adicciones no cuenta con camas disponibles, es más, existe una larga lista de espera, entre ellos se encuentran menores de edad.
La internación dura 30 días para los menores, para los adultos unos 15 a 20 días, vía orden judicial. Este tiempo al menos sirve para desintoxicar el organismo de la persona para seguir el proceso de forma ambulatoria.
“El tiempo de internación debería durar más tiempo, pero tenemos gente que está esperando cama, entonces no podemos hacer alargar el proceso”, afirmó el director del Centro Nacional.