Bautizado Yaca’a, la edición se revela luego de varios años de preparación, el próximo jueves 10 de julio a las 19:30, en el espacio Hive del barrio Manorá de Asunción. En la ocasión, el autor sostendrá un diálogo junto al autor de estas líneas abierto a todo público.
Fundación de Yaca’a
Yaca’a es una edición papel que propone un recorrido visual en el que verdad y ficción riman en un retrato multifocal de paisajes físicos, sociales y culturales del Chaco Central y Boreal. El ensayo de Javier Medina Verdolini (Córdoba, Argentina,1967) trasciende la mera descripción documental de sujetos, espacios y objetos, (des)enfocando la realidad de la que está hecha hacia poéticas de derivada existencial, de lugares en contingencia perpetua.
Palabra de la lengua Nivaklé, Yaca’a contempla en su significado un claro nivel dramático. Yaca’a nomina al color azul del cielo, uno de fuerte tonalidad y previo a una tormenta. Es un concepto meteorológico que para este pueblo milenario señala metáforicamente el desasosiego o augura malos presagios.
Los antecedentes que hacen germinar este ensayo fotográfico pueden rastrearse a 2017, cuando Medina Verdolini es designado director de fotografía de la película homónima del realizador Ramiro Gómez, de próxima aparición. La serie fotográfica, autónoma al proyecto fílmico, pone énfasis en individuos del actual pueblo Nivaklé o Nivaché en el asentamiento de Casuarina, en el Departamento de Boquerón, integrado también por otros habitantes foráneos. Otras tomas han sido obtenidas en los alrededores de Toro Pampa, localidad cercana al río Paraguay y la zona húmeda del Pantanal, en el norte.
Nombres desconocidos y de ecos mitológicos, Casuarina y Toro Pampa son los dos escenarios habitados de Yaca’a, un paisaje que se impone por su cruda belleza natural. El libro nos acerca a un Chaco personal, a la invención poética del autor, a un lugar imaginario devenido domicilio existencial y ahora también, simbólico.
Entresijos de un fotolibro
Elaborado en mediano formato, Yaca’a es un libro compacto y portátil, poseedor de un enigmático diseño gráfico que une un caudal de imágenes junto a secuencias de espacios en blanco, sugerente de momentos de pausa y vacío. La maquetación fluye orgánicamente con fotografías que alternan pesos cromáticos claros y oscuros; además de atender a semejanzas de escala, encuadre o de la distribución de temas como paisaje y retrato.
El tratamiento de este ensayo adhiere esta temperatura poética de la región, melancólica y dura. Revelando individuos y espacios subalternos a los grandes relatos, el fotógrafo-testigo desarrolla una dramaturgia imaginaria, activando la fuerza del entorno natural y humano.
La característica cuadratura de los negativos obtenidas desde el visor cenital de su cámara Hasselblad, es utilizada ingeniosamente como pauta unificadora. El horizonte partido de la imagen en dos planos, el de la tierra y el del cielo, es a estas alturas, una marca de identidad del fotógrafo
La figura humana aparece inscrita en un marco paisajístico consecuente, fundida en la soledad y monotonía de locaciones como páramos, bosques espinosos, palmares y caseríos. La invención de este imaginario chaqueño levanta el sólido archivo fotográfico Yaca´a, un registro actualizador y esencial para revertir lugares comunes, activados desde el fotolibro y la exposición.
A modo de colofón, es estimulante saludar el nacimiento de este relato imaginativo. El fotolibro reúne una cincuentena de fotografías, configurando un entramado discursivo en un lugar-espacio llamado Yaca´a junto a sujetos en la esquina marginal de la Historia que les toca. El arte fotográfico propicia la presencia de individuos, espacios y tiempos otros, emergiendo desde la gravidez y latencia de un suelo de paradojas que al mismo tiempo expulsa, convoca, hiere y cicatriza.
Sobre Javier Medina Verdolini
El autor de las imágenes de este volumen fotográfico, Javier Medina Verdolini (Bell Ville, Córdoba, Argentina, 1967) imprime sus intereses en el retrato humanista así como el paisaje urbano y natural.
Formado como abogado, profesión a la que renunció ante la promesa del arte fotográfico felizmente cumplida, el hacer de Medina ha estado ligado al de nuestro país y a su escena artística desde hace casi treinta años. En Asunción es relevante su labor docente y la promoción del arte fotográfico desde iniciativas como Monocromo y particulares.
Su obra respira una visión documentalista desdoblada a aristas imaginativas, mientras que destaca en su técnica en el revelado químico. Sus fotografías forman parte de colecciones públicas y privadas y ha sido expuesta en muestras individuales y colectivas en Paraguay, América Latina y Europa.
Viajero flaneûr, acostumbra visitar lugares fascinado por sus cualidades ex-céntricas, desde donde construye relatos disidentes y anti-hegemónicos, constatables, entre otros, en sus series y ensayos. Yaca´a es su segundo fotolibro, luego de Sólo (en) París (2009)