Un caso para el ejemplo es la imponente seccional 27 de Loma Pytá.
Antes los gastos que soportaba el local (agua, luz, teléfono, limpieza, etc.), que en la era colorada no pagaban, la dirigencia no tuvo otra salida que convertir la sede en un salón de eventos bajo el nombre de “Colorín Colorado”.
Lo anecdótico del caso es que el nombre del local es una conocida frase que es utilizada al final de los cuentos o en todo caso para coronar el final de alguna situación, lo que se puede relacionar con el término de los republicanos en el poder, y con ello el acceso a los recursos del Estado.
Si algún interesado desea alquilar la sede para algún cumpleaños infantil, bodas, quinceaños o lo finalmente desee, deberá aportar G. 350 mil por cada día de alquiler.
Si los contratantes desean tener la decoración incluida el monto, por un arreglo estándar, alcanza un millón de guaraníes.
ANTES . En otros tiempos, las fiestas en las seccionales eran exclusivamente institucionales. Es decir, los actos siempre tenían que ver con alguna actividad del partido.
Cabe mencionar que tan solo en tasas municipales la Junta de Gobierno tuvo que depositar, en marzo, 60 millones de guaraníes para las 45 seccionales coloradas de Capital. Se libraron de los impuestos ya que por ley los partidos políticos están exentos de pagar este tributo.
Desde su caída del poder, la ANR empezó a “ajustar cinturones” y reducir los gastos en relación a agua, luz y teléfono economizando su uso. No obstante, en los últimos tiempos importantes empresarios como Elzear Salemma y Horacio Cartes han manifestado su interés en ayudar a levantar el partido.