Tras salir de alta, Celsa Magdalena Valenzuela, de 23 años, quien sufrió varios cortes en el cuerpo el pasado 9 de agosto en Capiatá, Departamento Central, reveló este jueves el episodio de terror que vivió y contó su pesar porque teme por su vida. El presunto autor sería su ex pareja Brian Romero, quien posterior al ataque, intentó quitarse la vida.
En aquella ocasión, la mujer fue encontrada en su casa tendida en el suelo con diez puñaladas, una en el cuello y otras en distintas partes del cuerpo, mientras que el hombre fue encontrado en la vivienda de sus padres, con varios cortes que se autoprovocó con la intención de suicidarse.
La víctima del intento de feminicidio había entregado en aquella ocasión una nota a las autoridades, donde sindicó como el responsable a su ex pareja, quien antes del hecho ya contaba con prisión domiciliaria por una denuncia anterior presentada por Valenzuela, tras haberla atacado.
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Según relató a medios locales, al momento del ataque, Romero ya no era su pareja, pero llegó a su vivienda únicamente para atacarla. Ella había retornado recientemente a su casa y repentinamente escuchó un ruido, por lo que salió a verificar.
Sostuvo que encontró que las puertas de su vivienda estaban desllaveadas, por lo que volvió a cerrar todo. No obstante, después volvió a encontrar desllaveadas las puertas, momento en el que ya se percató de que se trataba de su ex, debido a que era el único que tenía copias de las llaves.
En ese ínterin ya lo vio, portando un arma de fuego, con la cual la apuntó. Luego —siguió relatando— la estiró del cabello, inmediatamente le cortó el cuello y seguidamente, las demás partes del cuerpo. “Tuve que hacerme la muerta porque vino para darme un tiro en la cabeza”, reveló Celsa Magdalena.
Dice que tuvo un cómplice
Finalmente, la joven señaló que el presunto autor tuvo un cómplice, debido a que tras el hecho recibió la llamada de una persona, a quien presuntamente le comunicó que “ya hizo todo lo que tenía que hacer”, tras lo cual lo buscó y lo retiró del lugar.
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Manifestó que después de que su ex pareja se haya ido de la casa, esperó alrededor de 15 minutos para moverse debido a que antes de irse, él la pateó para ver si se movía.
Además, la víctima señaló que al levantarse se fue a pedir auxilio a los vecinos y que en ese proceso se desmayó y volvió a levantar en varias ocasiones, ante la cantidad de sangre que había perdido.
Finalmente, fue auxiliada por un desconocido que le preguntó qué le había ocurrido. Si bien, en principio no quiso prestarle su celular por desconfianza, pero después de mostrarle sus heridas, aceptó prestarle y ella pudo pedir auxilio a sus familiares.
