El viceministro de Transporte, Emiliano Fernández, señaló a diferentes medios que se encuentran analizando la propuesta presentada por el diputado Jatar Oso Fernández, a quien ya le adelantó algunos requisitos para la implementación de un servicio de bus, aún aunque este sea gratuito.
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“No veo una sostenibilidad al servicio que él ofrece, pero la respuesta la tendríamos esta semana”, adelantó el viceministro, atendiendo a los requisitos jurídicos para un servicio de transporte.
Uno de los requisitos para los servicios de transporte es tener un bus de reserva, ya que si queda fuera de circulación, otro bus debe acudir y no dejar a la gente sin el servicio y menos aún en un horario nocturno.
“Hay toda una serie de requisitos. Yo no tengo la precisión de la antigüedad del bus, pero hoy la norma exige que los de 20 años deben salir de circulación”, recalcó, atendiendo a que el bus ofrecido por el diputado parece bastante viejo.
“Tendría que precisar eso con la documentación, solo para puntualizar estos elementos. El tema del pasaje gratis él me comentó que va a ser así. Dijo que sería un servicio de hospitales a hospitales; son elementos distintos de lo que sucede actualmente”, manifestó.
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El viceministro de Transporte detalló que para el servicio Búho que se tiene en la madrugada la empresa tuvo que contratar 18 choferes.
“Tiene un costo muy elevado, no es así no más. No veo una sostenibilidad del servicio que él ofrece, pero la respuesta la tendríamos esta semana”, expresó.
En otro medio sostuvo que le insistió al diputado a presentar formalmente un documento donde él solicita para que eso sea evaluado, pero a la fecha no se tiene ningún permiso expedido por el Viceministerio.
El servicio Búho solo abarca el tramo de Eusebio Ayala, pero existen otros itinerarios con la necesidad de un servicio nocturno, como el tramo Acceso Sur y también Lambaré, Villa Elisa, que afecta a trabajadores que deben sortear diferentes situaciones o costear medios alternativos de transporte.
El deficiente sistema de transporte en Paraguay también se traduce en una mayor cantidad de vehículos y por ende tráfico, además de un mayor costo de vida y tiempo invertido para llegar a lugares de trabajo o lugares de estudio, sumado a la inseguridad en las calles.
Lejos de buscar un transporte público de calidad para la ciudadanía, el Gobierno se empeña en seguir construyendo más viaductos, sin solucionar el problema de raíz.
La ciudadanía resiente la salida de varias líneas de colectivos, que si bien no tenían buses último modelo, al menos ofrecían un servicio extendido.
Al problema de transporte también se le suma la reducción de buses internos en las ciudades, cuyos itinerarios dejaron de ser cubiertos, como el de la Línea 9, en Asunción-Lambaré.
Ante una debilidad estructural, falta de voluntad política y prácticas corruptas, es también frecuente que políticos quieran hacer proselitismo ofreciendo servicios que el propio Estado no garantiza, delegando a los gobernantes de turno un rol sustituto de proveedores para el acceso a la salud, la educación y el trabajo, como una práctica sistemática que lleva décadas repitiéndose.