Pedro García Garozzo - pggsport@gmail.com
Ranoni Prieto, con un formidable récord de 23 victorias (19 por KO) y tres empates, es un fenómeno único en el boxeo paraguayo. Es una suerte de fruto maduro que en la árida arena competitiva nacional era imposible que pudiera forjarse y germinar. Tuvo que emigrar a la Argentina, una tierra muy fértil para que fecunden pugilistas en un ambiente de alta competencia y de intensa actividad durante todo el año, con toda la obvia desventaja que puede tener un atleta forastero.
Pero Isidro, nacido en Capiatá el 7 de julio de 1986, con paciencia, perseverancia y talento, supo revertir la situación y no solo triunfar con sus demoledores puños, sino ganar el aprecio y la consideración del exigente publico argentino.
Fue así que encontró un apoyo logístico importantísimo en la empresa Argentina Boxing Promotions y en el Centro de Empleados de Comercio de Quilmes, en cuyo gimnasio del club El Porvenir de Quilmes, pasó a constituirse en todo un ídolo. Incluso, peleando frente a rivales argentinos, nos hizo vivir la extraña sensación que lo estábamos viendo combatir en nuestro medio, siendo local.
Allí realizó y ganó sus últimos cuatro combates. Y nuevamente cumplirá la que puede ser su última pelea, este sábado, antes de dar el salto hacia la mayor plaza mundial: los Estados Unidos, adonde llegará portando la excelente carta de presentación de los títulos de campeón paraguayo, sudamericano interino, Mundo Hispano y OMB Latino.
Con solo seis peleas en el ámbito profesional y estando todavía en pañales, decidió embarcarse en la difícil aventura de conquistar un futuro en uno de los más exigentes y rudos deportes en el vecino país, donde debutó con triunfo ante el local Juan Carlos Villagra. Después se afincó en el extremo sur, en la provincia de Río Negro, de donde pasó a Neuquén hasta exhibirse en diferentes plazas de la provincia de Buenos Aires, en cuya localidad de Caseros el 27 de setiembre del 2013 obtuvo el cetro que este sábado defiende, poniendo KO en el sexto round al uruguayo Jorge Rodríguez Olivera.
Hoy Isidro se ha convertido en la mayor esperanza del boxeo paraguayo. En una categoría como la de los medio pesados, en la que ya tuvimos a campeones sudamericanos a partir de Juan Espínola, y quien estuvo más cerca que nadie de traer al país desde el exterior un título mundial, el Toro Varadero Juan Carlos Giménez, el Guerrero tiene el mejor perfil y la infraestructura de apoyo que se necesita para alcanzar una inédita consagración mundial.