Estuvo hospitalizado en dicho nosocomio luego de su descompensación en la tarde del miércoles, cuando ya estaba camino a la cárcel, tras la resolución dispuesta por el juez Penal de Garantías Alcides Corbeta, luego de estallar el escándalo del que fue principal protagonista en la máxima institución educativa.
Con el perfil bastante bajo, desarreglado, con barba, en zapatillas y sin ningún acompañamiento familiar, inclusive sin su abogada Sara Parquet, llegó a las 11.10 a bordo de una patrullera en el Departamento Judicial de la Policía Nacional. Fue fichado y 15 minutos después ingresó a la penitenciaría, también solo, sin los leales que siempre lo rodeaban.
El ex hombre fuerte de la política universitaria llegó con el rostro serio y hasta parecía avergonzado, muy por el contrario al que tenía hace 15 días cuando aún se dirigía con prepotencia.
Lejos de presentarse con saco y corbata, rodeado de mucha gente, el ex rector llegó vistiendo sencillo y con varios kilos menos.
Un ejército de periodistas y trabajadores de prensa en general lo siguieron desde su alta médica en el Hospital San Jorge hasta Tacumbú y fueron testigos de cuando el ex hombre fuerte de la UNA, el Ferrari de Calé, ya estaba tras las rejas.
En Libertad. Paradójicamente, Froilán Peralta fue recluido en el pabellón Libertad, donde están los menonitas; no es un bloque vip. Desde ayer se convierte en el reo número 3.924, según la cifra de la población penal, constada por el director de dicho reclusorio, Luis Barreto.
Peralta llegó hasta Tacumbú a bordo de una patrullera desde el Departamento Judicial de la Policía Nacional.
Los custodios bajaron al ex rector en las puertas de la penitenciaría, no hicieron ingresar la patrullera dentro de la cárcel como se hizo tantas veces con otros importantes hombres de la sociedad.
Control. El director de Tacumbú manifestó que Peralta es un reo común y como tal será tratado como otros reclusos, sin ningún privilegio; sin embargo, comentó que estará entre los encarcelados que no son reincidentes, en un pabellón donde son enviados internos de buen comportamiento.
Al llegar fue inspeccionado clínicamente, como una actividad de rutina; posteriormente fue derivado hasta admisión y luego trasladado a la celda donde quedará preso.
El ex rector será tratado como los otros reclusos y se regirá por los horarios de visitas contemplados en dicho penal. Sus parientes y amigos lo podrán ver los días martes, jueves, sábados y domingos en los horarios habituales de ingreso de visitantes.
Guaraní. Froilán Peralta llegó a Tacumbú en el momento justo cuando dicho penal recibía visitas de familiares de internos. Más de uno murmuraba: “¿Péa pio la Froilán?”; entre las conversaciones ya se hacían la idea de qué sería de su vida dentro de la institución penitenciaria.
“Huguápe hendy hína”, decía entre risas un familiar, quien no quiso dar su nombre. Todos los comentarios sobre su presunta enfermedad eran motivo también de comentario. “Cualquier cosa hacemos para no pisar este lugar”, decía un guardiacárcel.
El diagnóstico de preinfarto de Froilán Peralta fue echado por tierra por los galenos del Hospital San Jorge, quienes no vieron ninguna anormalidad cardiaca en todos los estudios realizados al ex rector.
Inclusive, al llegar a Tacumbú se lo vio muy bien en su aspecto físico, más delgado, pero bien, lejos de lo que fue la tarde anterior cuando fue derivado hasta la ex Caballería en una camilla y en ambulancia.
Froilán Peralta fue imputado por inducción a un subordinado a cometer hecho punible e involucró a 15 personas más y arrastró una serie de renuncias en la UNA. Como máximo permanecería recluido dos años. Va a prision como medida preventiva.
