08 ago. 2025

Transparentar la situación real de la Municipalidad de Asunción

En cuanto a la condición en la que se encuentra el Municipio de Asunción se hace urgente y necesaria afrontar la situación real a nivel financiero y de infraestructura. Resulta evidente, de acuerdo con los primeros hallazgos del interventor, que más allá de la imagen externa de caos, suciedad y abandono, la capital del país se encuentra inmersa en una profunda crisis, sin duda, podría arrastrar consigo incluso la imagen y calificación país. Es hora no solo de transparentar, sino de apuntar a todos los responsables y sus muchos cómplices.

A un mes del inicio de la intervención de la Municipalidad de Asunción, se ha dado a conocer abundante información que revela un manejo caótico e irresponsable. Con ello se comprueba asimismo que la Comuna es como una agencia de empleo para amigos y familiares de los politiqueros, una agencia que les cuesta muy caro a los vecinos de Asunción que deben soportar caos y pésimos servicios.

Como había publicado Última Hora, se encontró una sobrepoblación de direcciones, de los 48 asesores registrados, muchos no reúnen requisitos mínimos para las funciones asignadas, pero que perciben salarios de entre G. 4 millones y 6,5 millones mensuales, varios de ellos bachilleres. La Municipalidad de Asunción tiene 9.119 funcionarios, pero podría operar perfectamente con 3.000 menos, como había explicado el interventor Carlos Pereira, quien no eludió admitir que se encontró una Municipalidad deteriorada, abandonada y dejada. La Junta de Asunción, la misma que en 2024 rechazó un pedido de intervención de la administración del intendente Óscar Nenecho Rodríguez, tiene 18 directores, 114 jefes de departamento y 18 jueces municipales del Tribunal de Faltas y 120 auxiliares. En resumen, una organización desproporcionada y cara para el contribuyente. La intervención ha develado, asimismo, varias obras millonarias que se encuentran paradas, obras que son absolutamente necesarias como el desagüe pluvial de General Santos, San Antonio y Santo Domingo, debido al grave problema de los bonos. Tampoco hay suficientes camiones para la recolección de la basura y, según explicó, el director de Finanzas interino, las deudas con los proveedores ascienden a 30 mil millones de guaraníes, lo que afecta el servicio.

En medio de esta situación, el intendente en situación de intervención, Óscar Nenecho Rodríguez, dijo en un comunicado que la intervención es responsable de las dificultades por las que atraviesa la Comuna: Combustible, asfalto, atrasos en pagos a asociaciones, Caja de Jubilaciones y cuotas de los bonos. Las evidencias, sin embargo, muestran una realidad diferente.

Además de las deudas a los proveedores y la falta de insumos para trabajos básicos, la Comuna enfrenta pagos que no están pudiendo cubrir de momento, como es el caso de los intereses vencidos de las distintas emisiones de bonos. Si esos pagos no se actualizan, va a afectar el nivel de calificación de riesgo país, ya que son bonos y la calificación país podría estar también disminuyendo, si no se logra una solución como una refinanciación”. De hecho que hace menos de un mes, la calificadora de riesgos publicó una serie de informes en los que se detalla la realidad financiera por la que atraviesa el Municipio. Los documentos apuntan a la disminución en la calificación, pues tiene en cuenta el retraso en el pago de intereses de los bonos.

Óscar Rodríguez asumió en 2022, después de suceder al intendente electo Mario Ferreiro, quien renunció cuando fue rápidamente investigado e imputado y, finalmente, absuelto de los cargos. Nenecho Rodríguez, en cambio, cuenta con una larga lista de autoridades que lo ayudaron y blindaron indefinidamente, de modo que las causas en su contra prácticamente no avanzaban. Y así, mientras las deudas y la ineficiencia se iban acumulando, una Cámara de Diputados con mayoría colorada cartista lo había salvado de una tempranera (y necesaria) intervención. Por eso, precisamente hoy la Comuna se encuentra en el grave peligro de perder su patrimonio –quizá el más preciado– las tierras de la Costanera, por el retraso en el pago de los intereses por el préstamo que de manera irregular puso como garantía un patrimonio que es de todos los asuncenos.

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