Para los jueces Ana Carolina Silvera y Javier Sapena, varios fueron testimonios claves. Citan a Gregoria Rolón, vecina y amiga de Luz Dahiana, quien además hizo la captura de pantalla de la fotografía del cuerpo desnudo de la que sería la víctima. También Arnaldo Rotela, quien los vio peleándose. Roque Cabrera, que vio arrojando una bolsa con lo que sería un brazo.
Además, la sangre hallada en el baño, que era de Luz Dahiana, y los resultados del luminol. Todo esto, sumado a los testigos que dijeron que ella sufría constantes maltratos, fueron fundamentales para hallar al acusado culpable de feminicidio.
DISIDENCIA. Una visión totalmente distinta la tuvo la jueza Gloria Garay, que comparó los testimonios y vio contradicciones entre ellos, en horario, lugar y personas con quien estaba Luz Dahiana Espinoza, por lo que señaló que no se probaron los hechos.
Respecto a la sangre, alegó que solo la que estaba frente al inodoro en el baño es que pudo ser analizada y que era de Luz Dahiana, pero que no era contundente. Las demás muestras no aportaron nada relevante. Puso en duda de que la foto haya sido tomada por el acusado y que el teléfono que entregó la madre sea de la desaparecida.
La jueza entendió que la Fiscalía armó un caso en el que mintió varias veces, por lo que votó por la absolución.